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Aremis Post: Fading Fortuna
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Artículo de opinión Por Brandon Lazarides
Este artículo de opinión fue reimpreso con el permiso de Charon Chronicle.
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Stella Fortuna siempre han sido mis fiestas favoritas. Al crecer en Acheron, sentía que no podría llegar más lejos de la Tierra si lo intentaba. Stella Fortuna fue el día en que pude conectarme con mi hogar ancestral y soñar con un futuro en el que lo visitara en mi propia nave. Fue un día para celebrar la esperanza, el coraje y la increíble expansión de la humanidad hacia las estrellas.

Cuando tenía doce años, mis padres ahorraron lo suficiente de sus escasas ganancias para reservar asientos en un viaje de Starliner a un sistema de celebración del Stella Fortuna patrocinado por la UEE. El Starliner se unió a otros buques cerca de una pintoresca nebulosa junto a una puerta de salto. Nunca olvidaré la increíble vista desde la plataforma de observación, ya que las naves que nunca antes habían salido del sistema desfilaron hacia la puerta de salto y uno por uno se lanzaron al universo más amplio. La vista incluso hizo sonreír a mi severo padre. Recuerdo que se volvió hacia mí para decirme que si trabajaba duro, algún día podría tener mi propia nave y viajar a donde quisiera.

Han pasado ya décadas desde ese especial viaje al Stella Fortuna, y no he dejado la atmósfera de Charon III desde entonces.

Cuando era joven, todavía celebraba el Stella Fortuna con entusiasmo, pero atenué mis sueños y ambiciones de la infancia. Dejé de lado mi plan para capitanear una Freelancer en un gran recorrido por cada sistema de la UEE y me propuse ser dueño de una Aurora que pudiera llevar a la Tierra. Para alguien como yo, que trabajó en un trabajo administrativo en un puerto espacial local, se sintió como un objetivo ambicioso pero alcanzable. Todos los días veía las últimos y mejores naves, ropas elegantes y armaduras caras de todo el Imperio. Ver la generosidad y la diversidad de la UEE me mantuvo motivado para ahorrar créditos para experimentar algún día el universo más amplio. Si tantos otros podrían vivir el sueño de la UEE de viajar libremente entre las estrellas, ¿por qué no yo?

Pasaron los años, pero no me encontré más cerca de mi objetivo; cualquier ganancia financiera fue compensada por un costo de vida vertiginoso. El auge económico del Imperio que trajo prosperidad a tantos se saltó a Caronte, pero aún así pagamos el aumento de los precios. Como muchos otros en el sistema, estaba pisando aguas, pero aún tenía esperanzas de un futuro mejor.

Entonces, mi mundo literalmente se hizo pedazos cuando el terremoto de Acheron de 2934. En cuestión de momentos toda mi vida cambió. Mi complejo de apartamentos fue sacudido al suelo, aplastando todo lo que poseía. Perdí mi trabajo en el puerto después de que los funcionarios evaluaron los daños a la fundación y consideraron que era más barato demoler que reparar. Y, por supuesto, hubo pérdidas más profundas, ya que lloré por muchos amigos y seres queridos que fueron asesinados. Seguía escuchando que los fondos de desastre de la UEE eran inminentes, pero mientras los políticos debatían sobre los sistemas de procedimientos parlamentarios, dormí entre los escombros. Busqué comida. Bebí agua contaminada que me enfermó terriblemente. Observé que se llevaban innumerables bolsas de cadáveres, sin tiempo ni recursos para los funerales adecuados. Peor aún eran los cuerpos atrapados debajo de los edificios que simplemente se dejaban pudrir. Por primera vez en mi vida, olvidé celebrar el Stella Fortuna, algo lógico ya que la UEE también se olvidó de mí.

Me llevó años volver a armar mi vida. Algo solo posible gracias a la ayuda de otros residentes de Acheron, numerosas iniciativas locales y la generosa ayuda de nuestros vecinos en Dellin. No me perdí que Dellin, nuestros adversarios históricos, entregó más ayuda a Acheron que la UEE. Triste por esta comprensión, continué evitando celebrar el Stella Fortuna.

Más desgracia sucedió en mi mundo natal en 2944 cuando estalló la guerra entre Acheron y Dellin. La unidad provocada por el desastre se desmoronó rápidamente sin la infraestructura adecuada para soportarlo. Una vez más, la respuesta de la UEE fue lamentablemente inadecuada y posiblemente perjudicial. Los buques de la Armada se negaron a intervenir y proteger a la gente. En cambio, instalaron bloqueos que se suponía que evitarían que la situación empeorara, pero en realidad solo restringieron aún más el flujo de suministros e hicieron nuestras vidas aún más difíciles. A medida que la guerra se extiende hasta su sexto año, la situación solo ha empeorado. Mientras tanto, la UEE aún se niega a tomar cualquier medida que pueda ayudar a ponerle fin.

Esta guerra ha destruido cualquier esperanza de que alguna vez tenga una nave. Ya no sueño con ver la Tierra o incluso abandonar este sistema. Todo lo que anhelo es paz y un mejor mañana para mi mundo natal. Hace dos años expresé este sentimiento a un amigo, que luego me preguntó si tenía planes para el 15 de marzo, para el Stella Fortuna. Aunque no había celebrado las fiestas en años, acepté.

Nos encontramos al anochecer y subimos por un sendero escénico hacia las colinas que se alzaban sobre nuestra ciudad, que en su mayoría se habían librado de la guerra. Mientras caminábamos, mi amigo nunca mencionó el Stella Fortuna. Habló sobre cómo se unió a una organización local de voluntarios que mantuvo este camino y varios otros. Describió cómo dedicarse a esta sencilla tarea en su tiempo libre le imbuía un sentido de propósito y la satisfacción de que estaba mejorando su mundo natal.

Llegamos a una vista impresionante con vistas a la ciudad justo cuando se ponía el sol. Allí un pequeño grupo se reunió para empaparse de la vista. Alguien entregó linternas de papel. Mi amigo sacó un bolígrafo y me imploró que pensara en una cosa que podría hacer para mejorar nuestro planeta. Lo escribí en la linterna y lo lancé al cielo. Mientras lo veía elevarse, una sensación de paz se apoderó de mí cuando me di cuenta de que mi pequeña meta personal nunca sería respondida desde arriba. La única forma de garantizar un mejor mañana tendría que ser a través de acciones tomadas por mí en la comunidad local.

Me uní a mi amigo la próxima vez que se ofreció como voluntario para el mantenimiento de senderos y rápidamente se convirtió en un miembro activo. Pronto me encontré asistiendo a las reuniones del consejo municipal, hablando con mis vecinos sobre lo que se podía hacer para mejorar sus vidas y abogando por aquellos que se sentían impotentes. Otros se dieron cuenta de mi pasión, y el año pasado gané una elección especial para llenar una vacante en el consejo de la ciudad. Por primera vez en años, sentí un profundo orgullo y propósito. Sentí que no solo había esperanza para un mañana mejor, sino que podría ser una fuerza positiva para ese cambio.

Durante décadas, me encantó celebrar el Stella Fortuna porque me hizo sentir parte de algo más grande. Una pequeña parte de un enorme Imperio que había conquistado los viajes espaciales y se había establecido en mundos extraños donde la Humanidad nunca debía estar. Ahora veo cómo el Stella Fortuna perpetúa la fantasía de que las cosas serían mejores si nos mantuviéramos unidos.

Por esta razón, insto a todos los ciudadanos a que apoyen a Antwan Lillard para nuevo Imperator. Su plan para disolver el Imperio y permitir que cada sistema se gobierne a sí mismo puede parecer extremo, pero en realidad reconoce la realidad actual del Imperio. No podemos dejar que la tiranía de la historia nos impida aceptar el hecho de que el Imperio ya no puede cuidar y apoyar adecuadamente a toda su gente. Hablando por experiencia, eso se ha convertido en una tarea que es mejor dejar a los funcionarios a nivel local.

Stella Fortuna estaba destinado a inspirar a las personas a ser valientes cuando se embarcan en viajes a lo desconocido. Es hora de reconocer que la historia humana nos une a la Tierra, pero la Tierra ya no está vinculada a nosotros. Ahora somos todos hijos de las estrellas. Estamos a cargo de nuestro propio destino y esta elección marca el comienzo de un nuevo viaje que debemos emprender. Antwan Lillard es el único candidato de Imperator lo suficientemente valiente como para liderar el camino, y por eso merece el voto de todos los ciudadanos en las próximas elecciones.

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- Enlace oficial:
    https://robertsspaceindustries.com/comm-link/spectrum-dispatch/17521-Aremis-Post-Fading-Fortuna
- Traducido por RazielFireeye.