La tecnología en el aprendizaje de idiomas transforma a los estudiantes de receptores pasivos a aprendices activos y permite una inmersión lingüística más profunda y enriquecedora. Los estudiantes pueden estudiar su curso de inglés usando una variedad de aplicaciones integrales que pueden sincronizarse incluso sin internet.
El uso de la tecnología tanto en el aula como en el exterior hace que los estudiantes se sientan mucho más motivados, utilizando dispositivos con los que pueden practicar un idioma a través de funciones como el reconocimiento de voz y ejercicios multimedia interactivos, etc. Para los jóvenes estudiantes es mucho más estimulante aprender con una tableta o teléfono inteligente que con un libro de texto tradicional y su CD de ejercicios de práctica. La tecnología en el aprendizaje de idiomas transforma a los estudiantes de receptores pasivos a aprendices activos y permite una inmersión lingüística más profunda y enriquecedora. Los estudiantes pueden estudiar su curso de inglés usando una variedad de aplicaciones integrales que pueden sincronizarse incluso sin internet.