CAROLINA

A lo lejos se oye el sonido de los truenos!

Y entre las montañas
un rayo de Sol atraviesa
las pequeñas gotas de agua y la gran masa de aire
hasta impactar contra tu cara.

Te miro y te sonrío¦

-Gracias-
te digo, por iluminar al Sol.

Beso tu ombligo,
muerdo tus labios,
acaricio tu pelo.

Inesperadamente exclamo: -¡Mierda! ¡Me olvidé de los forros!-

Y el cielo cayó sobre nuestras cabezas.





A LA NIÑA QUE LE HABLA A LOS MOSQUITOS

Todos los segundos
pasados contigo
valen más que oro
derretido.

Valen más que un billete
o que el papelito ganador
del 5 de oro
acumulado.

Y los besos que me das
son más sagrados que una ostia
o que mil frascos llenos
de dulce de leche
o que el reflejo
de la luz de la luna
rodeada de estrellas
sobre el océano
y el río.

Cada segundo pasado contigo
es el retorno victorioso
de mil batalla contra la muerte.

Y hacerte el amor
tener el universo contenido
en la palma de mi mano,
y un montón de cosas más.



ESA PALABRA QUE TANTO CUESTA DECIR

Chapoteamos en el charco
y pequeñas gotas de amor
nos salpican la cara.

La muerte parece tan lejana
y el color de las estrellas
tan real... Un universo de intensidad.

Y tiro un anzuelo al charco
y pesco este pedazo de papel.
Y ahora comienza a llover.

Son las nubes de mi sonrisa acurrucada
en el manto mágico de tu cara.
Mientras por mis manos pasan
los misterios de tus dedos.

Miles de arco iris son el resultado
de la batalla que entre el Sol y tu pelo
se disputan por brillar.
Y el viejo viento que todo lo empuja
arremete contra vos y mi ser
y parece no importarnos.

Somos más peligro que
de balas y bombas un arsenal.