Buenos días, sujetos
Continuando mi actividad con los blogs, voy a pasar esta vez a compartirles mis impresiones, opinión y sentimientos en relación a un anime que realmente se destaca en torno a su género y categoría principal, pero no terminó siendo tan visible como otros dentro de su mismo catálogo. Estoy hablando de Yū Yū Hakusho.
A diferencia de las demás publicaciones que podrías apreciar en la sección de publicaciones en el perfil de este autor, este blog quizás no esté estructurado de la misma manera que los demás o algunos apartados resulten diferentes, además de que tratará principal y plenamente en basarse subjetivamente, lo cual significa implícitamente que quizás podrás estar de acuerdo o no con lo que esta publicación trata de hacerte llegar.
¡Espero disfruten leyendo! :)

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Ficha técnica

Título:
Yū Yū Hakusho (幽☆遊☆白書)

Tipo/s:
TV

Episodio/s:
112 en total

Estado:
Finalizado

Período de emisión:
10 de Octubre de 1992 al 8 de Enero de 1995

Estudio/s:
Pierrot

Productor/es:
Yomiko Advertising, Fuji TV

Director/es:
Noriyuki Abe

Autor/es:
Yoshihiro Togashi

Género/s:
Acción, Comedia, Demonios, Sobrenatural, Artes marciales, Shōnen

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Sinopsis
Yusuke Urameshi, un jóven delincuente de catorce años, es atropellado por un vehículo mientras intentaba salvar la vida de un niño pequeño. Al ser atropellado, no sobrevive y fallece. Entonces es cuando Botan le dice que su muerte no estaba prevista así que no va a ir ni al cielo ni al infierno, por lo cual se queda en la tierra como fantasma. Botan le dice de hacer una prueba para volver a la vida, la consigue superar y entonces es cuando le encomiendan la tarea de ser detective espiritual, con lo cual tendrá que resolver varios casos que se presentan, utilizando poderes espirituales y sobrenaturales.

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Acerca de su argumento
A continuación voy a pasar a explicar mi opinión del argumento de este anime a través de mi opinión:

Con el primer arco abriendo esta historia, por obviedad me pareció que iba a tratar principalmente de desenvolver la historia y a la vez exponiendo sobre las investigaciones del protagonista acerca de los demonios/espíritus y ejercer un título de detective que obtuvo al morir en su accidente. Bien, desafortunadamente, el primer arco a diferencia de los demás lo vi como el más débil después del último de la historia misma. Pude entender que al fin y al cabo la narrativa se disfrazaba bajo una capa de peleas y misiones episódicas, sin nombrar que en el vínculo que Yusuke comienza a formar con un miembro del cuerpo estudiantil, Kuwabara, los espíritus Kurama y Hiei sentí que solo sirvieron para impulsar el desarrollo de la historia como dije al principio, y mi conclusión básica e inmediata fue que ellos querían una segunda oportunidad en la vida, y para obtener dicha oportunidad deberían encadenar batallas contra los antagonistas que se presentarían en cualquier shōnen.

Habiendo finalizado el primer arco y comprender de qué iba a tratar la historia desde el momento en el que este finaliza, el segundo arco o el arco mejor reconocido como el "Torneo Oscuro" es cuando la serie me mostró comenzar a encabezar un gran espectáculo para mi debido a que el protagonista se iba a ver obligado a enfrentarse a su primer gran enemigo, y su percepción del poder y los demonios se tornó como que muy repentino para mi. Cuando vi a Yusuke reaccionar ante la fuerza del 'boss' al que iba a tener que enfrentarse, reflejó cierto impacto sobre él mismo, y entonces ví como el personaje iba a dedicarse determinada y fuertemente a desarrollarse por sí mismo; entrenando e intentando lograr canalizar su verdadero potencial con un personaje que en cierto modo supe que funcionaba para él como un maestro, llamado Genkai.
La parte que me resultó refrescante de toda esta parte de entrenamiento es que no termina rápidamente, o sin un dolor inexplicable en el final de Yusuke, entonces el segundo arco me terminó dando a entender una lección concisa por parte del primer gran antagonista presentado en la historia, y dicha lección trataría sobre la reflexión de que la fuerza no lo es todo, y la codicia egoísta en su más puro termino solo conduce a la soledad, y eventualmente, a la derrota.
Sentí que este arco verdaderamente me presentó la trama del shōnen en su máxima expresión, simplemente brinda unas batallas que sentaron las bases para otras series que adaptaron el mismo concepto de Hakusho a través de los años. El protagonista me reflejaba quizás su primer ejemplo de crecimiento y desarrollo durante su objetivo de "luchar hasta la muerte".

Mientras el tercer arco "Cinta Negra" daba inicio, yo ya me estaba adentrando cada vez mas en la serie, y recién estaba cayendo de que este iba a respetar sus tramas correctamente y utilizar recursos necesarios en partes determinadas. Para desarrollar aún más a Yusuke como personaje principal, me di cuenta de que el autor de esta obra pensaría en la antítesis del protagonista: un ex detective de espíritus que cuestionó la moralidad y las relaciones de los demonios con los humanos tal vez exageradamente. El resultado reflejado en la pantalla hacia mi iba a terminar siendo un humano espiritualmente dotado, con una visión de la vida muy diferente al del propio Yusuke. Haste este punto, me di cuenta que la serie se iba a ver muy centrada en los esfuerzos por hacerse más fuerte y derrotar a los personajes opositores de manera muy regulada para el papel de los personajes principales en su mayoría. Mientras Yusuke lograba enfrentarse contra una "copia de carbón" de él mismo (mi ejemplo más cercano fue como una especie de yin a su yang), el personaje se vió en conflicto con la forma de manejar la situación. Resulta que él iba a tener mucho por qué luchar, y su desinterés aparece claramente.
Mis pensamientos acerca del arco empezarían a ser que este estaba logrando ser uno de los arcos más meditantes y dinámicos que pude encontrar alguna vez en algún anime, apenas pensando en que la cobertura se llevaba a los límites de lo que sería la cuota normal para un shōnen entre el tono siniestro y la especie de cierto tono nervioso.

Durante el arco final, el protagonista finalmente logra mostrarme haber descubierto tanto su identidad como sus intereses realmente. Nuevamente, me sentí reintroducido en un escenario de torneo (lo cual me comenzaba a cansar), solo que esta vez sabía que el protagonista iba a tener una razón muy clara y diferente a la principal.
Lamentablemente, con la mayor parte de la atención dirigida a revelar la historia de fondo de cada personaje y reintroducirlos de nuevo, como nombré antes este arco me pareció el más aburrido, débil y exhaustivo comparado con los del resto de la serie. Opinando un poco más críticamente, el argumento para respaldar el hecho de que reintrodujeron un personaje innecesariamente con la excusa de intentar desarrollarlo (y me refiero a Kurama) que se me ocurre hasta ahora es que Kurama supera mágicamente a los demás personajes secundarios del Torneo Oscuro, osea, del primer arco, sin hacer absolutamente nada, o al menos eso me demostró acompañado de su desempeño en el torneo, que terminó siendo irrelevante. Al menos, me parecía justo que este personaje lograba ganar algo de desarrollo motivado por enfoques repentinos.
Deduje que este arco respalda a la perfección la trama demoníaca de Yū Yū Hakusho, haciendo que sinceramente lo haga una resaltante y gran historia en el entorno del anime, sin nombrar que me demostraba cada vez más tener recursos que en ningún momento carecen de imaginación o creatividad, recursos que analíticamente tienen un profundo significado que es más de lo que alguien como yo podría comprender. Me terminé dando cuenta de que esta historia concluía como un viaje de la vida, que aporta demasiada profundidad a su mundo y a sus personajes, sin dejar en algún momento de ser apasionante con la cantidad de detalles puestos en la historia, que me resultaron demasiado buenas; pude percibir que cada segundo fue utilizado perfectamente, además de que no habían pretensiones filosóficas que quiten el disfrute y su toque de realismo en algún momento.

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Acerca de sus personajes en general

Mi patética y primera impresión era que los personajes terminarían siendo totalmente aburridos, y no entiendo por qué pensé algo así de sus personajes debido a que parecían tener roles de cliché unidimensionales de una serie de acción. No iba a tardar mucho en darme cuenta que, mientras progresaba la historia, este aspecto era donde el anime realmente se iba a lucir del todo.

Me iba dando cuenta de que cada personaje tenía algo único que destacaba en ellos. Hakusho no solo se centraría típicamente en centrarse en el máximo desarrollo del personaje principal para que se haga más fuerte o se viera como un completo héroe de cómics, sino que iban a haber desarrollos de personajes muy interesantes para muchos de ellos, y la forma en que interactuaban entre sí, así como la diversidad, su complejidad y las similitudes que muestran a primera vista, crean realmente una química muy equilibrada y fantástica en el anime.
Gradualmente llegué a comprender a cada personaje, sus ideales, mentalidad y sentimientods. Terminé apegándome emocionalmente a cada personaje e incluso a algunos villanos que terminaban arrepintiéndose de sus actos explicándonos a veces los motivos de estos mismos actos respetados por otros villanos.

Nunca encontré un momento aburrido mientras los personajes principales estaban dando puro espectáculo, y más concretamente sobre estos mismos, Yusuke, el protagonista, rompía fácilmente con la tendencia de los héroes shōnen en ese momento y en realidad me impactó que simplemente fuera un delincuente, quien en el fondo era exageradamente amable, y luego se encontraría Kuwabara quien terminaría siendo un excelente personaje de alivio cómico. Este personaje lo encontraba más sirviendo como principalmente uno de los primeros enemigos de Yusuke, al igual que Kurama quien, además de presentarse como uno de los más peligrosos de los personajes principales destacando su gran amabilidad, me pareció el personaje peor manejado del anime debido a su exponencial crecimiento indebido en la historia. Sin embargo, el personaje que se llevó absolutamente todo de mi fue Hiei porque a lo largo de la historia me presentó su propio código de honor, sus objetivos, su gran potencial de pelea y los secretos oscuros de este mismo; todos estos factores que construyen a Hiei como un personaje principal terminaron pareciéndome los más llamativos de la serie entera.

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Acerca de su animación/sonido
La animación y las ilustraciones de Hakusho no son de primera clase, de hecho me di cuenta a la primera de que son demasiado perezosas, pero correctas. A pesar de que visualmente hablando, este anime no luzca tan bien como yo hubiese deseado, me fue genial ver la estategia y la emoción jugando un papel importante en muchas de las escenas de pelea, en lugar de simplemente tener un montón de peleas sin sentido ocupando múltiples episodios innecesariamente o sin un motivo lógico y aparente. Pude apreciar los cambios de estética de la animación que fueron bastante notables, incluyendo al mismo tiempo el diseño de cada personaje y lo atractivo que resulta para la personalidad de cada uno de ellos.

En cuanto a los sonidos me sentí algo confundido, es decir, no es que me pareció bueno ni tampoco malo, sino correcto; el anime se compromete cada vez más en colocar sonidos adecuados en cada escena, y el más claro ejemplo son los soundtracks de batalla. Por contraparte negativa, los soundtracks de batalla no me demostraban la misma diversidad y satisfacción general que las bandas sonoras  de algunos animes con grandes partituras musicales muy bien trabajadas.
En cuanto al único opening del anime (Hohoemi no Bakudan de la autora Yōko Ishida) y sus 5 endings, debo destacar lo increíbles que resultaron ser para mis oídos los grandes efectos de sonido de los años 90. Estos están compuestos por elementos funky y tonos oscuros electrónicos que lograron fácilmente combinar con mis emociones, además de que edichos elementos realmente me resultaron ser una mezcla perfecta para este anime.
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Mi conclusión
A concluir personal y sinceramente, me pareció un anime realmente digno de ser catalogado como "shōnen". Tiene tramas únicas que terminan siendo buenas en cierto punto del anime. Termina siendo realmente divertido, disfrutable y agradable.
No es algo que quizás le llegue a gustar a cualquiera, pero la mayoría de espectadores y seguidores de anime están bien acostumbrados a encontrar algo que les dé satisfacción o les interese simplemente, o quizás simplemente tienden a tirar a la basura animes "largos" como este mismo sin siquiera darle una mínima oportunidad. Considero que es una de las mejores series que el anime tuvo para ofrecer en su época noventera, y quizás se las llegue a arreglar para mantenerse con una actual al lado.
Personalmente, recomendaría un shōnen como Yū Yū Hakusho. Me pareció espectacular en el momento que la ví y hasta ahora sigue teniendo un lugar en mi lista.

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Y eso es todo, me despido y espero que hayan disfrutado lo más posible de este blog, ya que quizás esté inspirado para próximas publicaciones. :)