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GalenHelio

Fanfic Pokereto Semanal

Mar 21st, 2019
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  1. El más alto dirigente del Equipo Galaxia, Helio, dio un paso al frente. Se encontraba en la Columna Lanza, junto con las comandantes Ceres y Venus y dos reclutas montando guardia. Su plan había llegado al momento cumbre. Poseían la Cadena Roja, con la cual forzaron a Dialga y a Palkia, Señores del Tiempo y el Espacio respectivamente, a aparecerse ante ellos. Pronto todo acabaría… Para empezar de nuevo.
  2.  
  3. -¡Dialga, Señor del Tiempo! ¡Palkia, Señor del Espacio y las Dimensiones! ¡Yo, Helio, os ordeno que creéis un nuevo mundo para mí!
  4.  
  5. Aprisionados y presionados por la Cadena Roja, Dialga y Palkia se vieron forzados a seguir sus órdenes. El cuerpo del Pokémon Temporal comenzó a brillar de color azul. Al mismo tiempo, el cuerpo de Palkia adquirió unos destellos rosados, casi violetas. De pronto, una gran presión comenzó a emerger de ellos, provocando fuertes vientos. El suelo se agrietó por toda la Columna Lanza, pero esos efectos eran mínimos en comparación con lo que estaba sucediendo en el resto de Sinnoh.
  6.  
  7. El Alto Mando, los líderes de gimnasio y la policía empezaron a recibir multitud de llamadas alarmantes. Una serie de terremotos estaba sacudiendo toda la región y, en algunas zonas, los árboles o las casas se retorcían de maneras imposibles. El aire tenía una tensión extraña, como si algo pudiera explotar en cualquier momento. De igual manera, llegaron reportes de gente asustada que afirmaba haber visto como bosques enteros iban adquiriendo una tonalidad gris para terminar volviéndose oscuros y sombríos, sin viento, sin ruidos. Como si el tiempo ya no fluyera. Cintia, la campeona, el Alto Mando y los líderes de gimnasio, se dispersaron por toda la región, para descubrir qué estaba pasando. Manteniéndose en contacto a través del Poké-reloj y coordinándose, llegaron a la conclusión de que todas las perturbaciones tenían un foco común. Desde toda la región se podían ver diversos destellos azules y rosados en lo alto del Monte Corona. Pero la prueba definitiva llegó cuando varios líderes alertaron del avistamiento de tres Pokémon volando en dirección al Monte Corona, cuyas descripciones cuadraban con lo que se sabía del Trío de los Lagos, Azelf, Mesprit y Uxie. Tras ser informada de esto, la campeona se dirigió en persona a la cima, montando en un Togekiss. Una vez allí, llegó a la Columna Lanza rápidamente, tras derrotar a varios reclutas del Equipo Galaxia que confirmaron sus sospechas sobre el culpable de todo. Nada más entrar, se quedó sobrecogida al ver a los Pokémon de las leyendas, Dialga y Palkia, frente a ella. Sin embargo, gritó con seguridad:
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  9. -¡Deteneos, Equipo Galaxia! Soltad a esos Pokémon, ¡ahora mismo!
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  11. Las comandantes se le quedaron mirando con asco, dispuestas a pelear contra Cintia, pero entonces, sucedió. Se escucharon tres gritos diferentes; Uxie, Mesprit y Azelf habían llegado. Helio los observó con interés, pero no los veía como un peligro, puesto que a pesar de que podían equilibrar el poder y los efectos causados por Dialga o Palkia de manera individual, no podían hacerlo si ambos estaban presentes. No eran una amenaza, por lo que simplemente se giró y observó como la Columna Lanza empezaba a distorsionarse, poco a poco. Era el principio del fin.
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  13. De repente, toda la sala comenzó a temblar. Las distorsiones se fueron acentuando por toda la región durante unos momentos, mientras que, entre Dialga y Palkia, en el centro justo de la Columna Lanza, una especie de sombra negra empezaba a tomar forma emergiendo del suelo, adquiriendo el aspecto de un Pokémon formado por sombras, con dos puntos rojos brillantes como ojos en lo que debía de ser su cara. Cintia, al verlo, recordó ciertas viejas leyendas… Y se quedó aterrorizada.
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  15. -Un Pokémon que tan solo puede tomar una forma de sombras en nuestro mundo… Antiguas leyendas hablan de él, un guardián de una dimensión tétrica cuyo nombre nunca ha sido pronunciado… ¡Giratina!
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  17. Cintia, la Campeona de Sinnoh, estaba temblando de miedo. No pasó desapercibido a los reclutas y a las comandantes, que pese al asco que le profesaban a Cintia, reconocían su valía como entrenadora. Era la Campeona. Y esa visión le estaba haciendo perder un control que hasta la fecha había mantenido. Ceres, Venus y los reclutas estaban seguros de que no volverían a ver la luz del sol.
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  19. Helio se quedó donde estaba. Prácticamente había olvidado el miedo, con todas sus emociones. Pero ese sentimiento de pavor resurgió con gran fuerza, al percibir como Giratina ejercía una presión superior a la de Dialga y Palkia juntos. Parecía que iba a destrozarlos y sintió el impulso de arrodillarse ante la presencia de semejante ser. Pero sus convicciones y sus ideales fueron mayores. Por ello, gritó, aun con algo de terror en su interior, pero con una fuerza renovada:
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  21. -Dialga, Palkia, ¡detenedlo! ¡Aquel que se oponga a mis planes será castigado!
  22.  
  23. El Señor del Tiempo cargó su movimiento insignia. Su cuerpo entero empezó a brillar de color azul, junto con la joya de su pecho. Podía percibirse un gran poder emanando de él. Su cuerpo aumentó de tamaño y partículas de un azul vivo empezaron a concentrarse em su boca, formando una esfera rebosante de poder que desembocó en un poderoso rayo de energía dirigido hacia Giratina. Su poder era tal, que habría bastado ese movimiento para reducir una metrópolis a poco más que escombros. De igual manera, el Señor del Espacio cargó energía en su brazo derecho, mientras una capa de partículas rosas cubría todo su cuerpo. Con un potente giro, desgarró el espacio, creando una onda de energía extremadamente destructiva que iba a gran velocidad hacia el Pokémon de las Sombras. Sin embargo, fue inútil. Giratina esquivó el ataque de Dialga concentrando energía sombría en lo que parecía su boca, desapareciendo como si nunca hubiera estado allí. De pronto, reapareció frente al ataque de Palkia y arremetió contra él sin dudar, anulándolo por completo. Tras eso, de su cuerpo emergieron varias Bola Sombra en dirección a las Cadenas Rojas que retenían a Dialga y a Palkia, que quedaron hechas añicos. Ya libres y cubiertos por una esfera de luz azul y una esfera de luz rosa respectivamente, salieron volando hacia el cielo, hasta desaparecer tras unos portales.
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  25. Tras semejante demostración de poder, Helio empezó a temblar también, justo cuando Cintia, a quien el terror había vencido por fin, caía de rodillas sin cesar de temblar.
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  27. Pero no había acabado ahí la cosa. Helio, que seguía observando fríamente a Giratina, vio como el Pokémon de las Sombras se alzaba sobre él. Eso bastó para que su máscara glacial se rompiera y su cara adquiriera un gesto de verdadero terror. Su cuerpo era sacudido de pies a cabeza por temblores cada vez mayores y lo último que percibió antes de perder la conciencia fue el grito de Giratina al caer sobre él y los gritos de sus subordinados.
  28.  
  29. Poco a poco, las distorsiones espaciotemporales de la región se fueron disipando. En la Columna Lanza, las comandantes gritaban desesperadamente por su jefe, que había desaparecido con Giratina. En el cuartel general del Equipo Galaxia, Saturno intentaba comunicarse con Helio por el comunicador. Sin embargo, la única respuesta que obtuvo, para horror suyo, y las últimas palabras del que había sido su jefe fueron las siguientes:
  30.  
  31. No me busquéis.
  32.  
  33. Tras eso, la comunicación se cortó para no reestablecerse jamás.
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