Te conté que estos días hasta que no llegas a casa no me pongo a cenar, bueno, cenar, un sándwich, un yogur. Y dirás, será loco de mierda? Será porque tiene puesta una cámara en el garaje detrás de la lata de aceite que está orientada hacia mi coche? O será porque ve por donde voy con un gps y me observa? Pensarás que en cualquiera de los casos estoy loco, pero quizás todavía no has pensado que no estoy allí, que ahora no oigo tu puta puerta como cada noche que llegas, no te das cuenta que no me quedo tranquilo aquí?? No te das cuenta que hasta que no sé qué llegas no puedo cenar??? No puedo dejar de pensar en ti, que llegues bien. No te cuido así de ninguna forma, pero es la única forma que tengo en estos momentos de saber que llegas bien.

Esta noche me duele mucho la cabeza. No me encuentro bien y no te he dicho nada, porque sólo he pensado que te quedarías mal al saberlo, que harías lo que fuera por darme un ibuprofeno o me obligarías a acercarme a la farmacia o incluso a la oficina( alguna vez te conté que subo al despacho de Paco y de vez en cuando le robo algún ibuprofeno). Ahora bien, ahora quiero que leas el párrafo de arriba y dime donde está la diferencia, somos dos personas preocupándose de la persona que aman, no estás menos loca o menos enferma que yo...

Necesito verte ya, en nuestras circunstancias, nuestra casa, nuestra oscuridad. Necesito ver si me sigues amando, necesito estar a solas contigo y creo, creo que vamos a partir la cama