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- <p>Entre las cuatro habilidades lingüísticas y otros componentes del lenguaje, la pronunciación es la que recibe menos atención para discutir. Las actitudes hacia los acentos extranjeros han cambiado en general de crítica a más tolerancia (Tergujeff, p. 2013). De hecho, la enseñanza de la pronunciación participa todos los años en la mayoría de los planes de estudios de los departamentos de inglés a nivel universitario. Algunas cuestiones previas, como por ejemplo si vale la pena enseñar la pronunciación (Richards & Renandya, 2002, p.175), si se puede enseñar la pronunciación (Jones in Richards & Renandya, 2002, p. 179), y la importancia de enseñar la pronunciación a los estudiantes adultos (Thompson & Gaddes, 2004) han colocado a la pronunciación en una posición establecida en la enseñanza de idiomas. En los últimos 50 años, existen al menos tres orientaciones primarias de la enseñanza de la pronunciación. Estas orientaciones imitan la orientación sonora, la presentación explícita y la práctica intensiva con una orientación sonora específica, así como la orientación experiencial (Murphy en Nunan, 2003, p.112-114).</p>
- <p>En respuesta a los desafíos anteriores, una técnica, a saber, el trabalenguas, se presenta como una técnica que promueve la pronunciación de tipo nativo que permite la exposición de ciertos sonidos diferentes y motiva a los estudiantes a tener una buena pronunciación. Harmer (2007, p. 256) menciona que el maestro puede usar el trabalenguas para trabajar con sonidos difíciles. En la página <a href="https://trabalenguas24.online/">trabalenguas24.online</a> puedes encontrar muchos ejemplos de trabalenguas que te ayudaran, entre otras cosas, a mejorar el aprendizaje de un idioma.</p>
- <p>Esta tercera orientación es la más utilizada hoy en día por los profesores para enseñar la pronunciación. La base de esta orientación es la enseñanza de idiomas comunicativa y basada en tareas, ya que la palabra, así como el énfasis en la oración, el ritmo y la entonación se convierten en una prioridad (Murphy en Nunan, 2003, p. 115, Harmer, 2007, p. 253, Brown & Lee, 2015, p. 374). Además, esta prioridad está inmersa en una amplia variedad de técnicas existentes utilizadas en la enseñanza de la pronunciación, incluyendo la escucha y la repetición/ejercicios, la práctica de pares mínimos, el juego de roles, la corrección del profesor, el guión fonémico, la grabación de los alumnos, el uso de espejos y diagramas de la boca, las tareas de escucha y el estímulo a los alumnos para que piensen en sus objetivos de pronunciación. Sin embargo, hay otras cosas además de estas orientaciones y técnicas que pueden incluso dificultar y apoyar el dominio de la pronunciación de los estudiantes. Brown y Lee (2015, p. 375) enumeraron seis factores que afectan la pronunciación. La lengua materna es el primer factor y el más influyente. Los otros cinco factores son la edad, la exposición, la capacidad fonética innata, la identidad y la agencia, así como la motivación y la preocupación por una buena pronunciación.</p>
- <p><iframe src="https://www.youtube.com/embed/bjyPK77wDhQ" width="560" height="315" frameborder="0" allowfullscreen="allowfullscreen"></iframe></p>
- <p>Adquirir una buena pronunciación es el objetivo del profesor y de los estudiantes. Por lo tanto, el profesor dedica tiempo a considerar formas apropiadas de enseñar la pronunciación y desarrollar las habilidades de los estudiantes. Velázquez y Ángel (2013) y Szyszka (2016) revelaron que la mayoría de los profesores utilizan técnicas de repetición para facilitar la adquisición de la pronunciación en inglés y ayudar a los estudiantes a familiarizarse con la pronunciación más fácil y rápidamente. En su forma más básica, la técnica de repetición pide a los estudiantes que repitan palabras o expresiones individuales. A medida que el profesor da un modelo del idioma, los estudiantes lo repiten al unísono o individualmente, o ambos. El otro investigador, Khakim (2015), también encontró que la aplicación de la repetición podría mejorar la capacidad de pronunciación de los estudiantes. Jones en Richards y Renandya (2002, p. 180) mencionó que aunque la repetición es un medio para ayudar a la articulación, puede ser más significativa, comunicativa y memorable al incluir representaciones visuales y entrenamiento en la conciencia de la sensación kinestésica. Sin embargo, aparte de estos hallazgos, la repetición es una técnica de pronunciación que no aborda completamente algunos de los desafíos de interferencia de la lengua materna que enfrentan los estudiantes.</p>
- <p>Los desafíos en la pronunciación de los sonidos en inglés son evidentes. Uno de los desafíos es que los estudiantes tienen que aprender no sólo a usar su voz de una manera diferente a la de su lengua materna, sino que también tienen que aprender a hacer nuevos movimientos con los órganos de articulación para pronunciar los sonidos ingleses (Orion, 1997, p. 24). En otras palabras, hay algunos movimientos necesarios que se hacen para hacer algunos sonidos en inglés que son muy similares y a menudo confusos de pronunciar. El otro reto que se relaciona con la lengua materna es que la mayoría de los estudiantes son reacios a hablar<br />por su acento extranjero. Aunque la adquisición de una pronunciación similar a la de un nativo no es el objetivo principal a alcanzar, los patrones de pronunciación del hablante nativo reflejan lo comúnmente aceptado por las comunidades de habla particulares (Murphy en Nunan, 2002, p. 112). Por consiguiente, Jones in Richards and Renandya (2002, p. 180) hace hincapié en la atención que debe prestarse a los métodos de enseñanza que abordan plenamente las cuestiones de la motivación y la exposición a las aportaciones de los hablantes nativos.</p>
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