Hoy es miércoles. Como es usual los miércoles, me desperté a las 7:00 A.m. con el sonido de la nave alienigena que me secuestra todas las semanas para interrogarme sobre el estado actual de mi cultivo de hormigas. A la gente le parece raro que yo tenga un cultivo de hormigas en la nevera ya que supuestamente esta se usa para guardar la leche y las verduras, pero entre las latas de atún para alimentar a los siete gatos, los CDs que dejo enfriando para que se les quiten los rayones y el cultivo de hormigas, no me queda espacio para nada más. A diferencia de los seres humanos, los aliens que me visitan todas las semanas sí aprecian mi esfuerzo de crear un ejercito de hormigas capaz de atracar una repostería (que rima con "Kelly") para robarme sus tortas de chocolate. Todas sus tortas de chocolate.

Aterrizamos en el balcón del apartamento a eso de las 9:00 A.m. y decidí que estaba haciendo como hambre, así que abrí un par de latas de atún para desayunar con los gatos. "Ventiuna", la gata más pequeña (se llama así porque tiene 21 teticas diminutas) no estaba compartiendo los cubiertos con los otros gatos y en realidad la cosa se estaba poniendo violenta, así que me tocó salir a caminar con ella mientras le explicaba el problema de los "filósofos que cenan". Después de una discusión casi meta-física sobre el Trotskismo y la repartición de los bienes de cocina para el pueblo, acordamos que le compraría un tenedor nuevo y regresamos a la casa a limpiar el desastre que los otros comensales habían dejado en el comedor. Recordé que tenía un exámen de Prácticas Textuales y entré a Eafit Interactiva a ver que cosas raras me inventaba.

(me encantaría decir que todos los días son así de divertidos pero realmente me levanté a las 9:00 y me quedé tomando té y comiendo banano hasta la 1:00 cuando entré a Interactiva).