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Greenmotion

Los perros hacen guau, los gatos miau (?

Jul 18th, 2018
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  1.  
  2. Chapter 0 – Introducción
  3.  
  4. En una habitación ambientada tradicionalmente, una pareja vestida con batas de investigación y un joven de cabello castaño parecen entablar una conversación bastante amena, el muchacho de pelo castaño se ve bastante animado y la pareja ahora escucha en silencio lo que él tiene para decirles.
  5.  
  6. ─Iré a Flammeus, luego de pensarlo bastante creo que es mi mejor opción.
  7. ─¿Y crees que te irá bien? ¿Vas preparado?
  8.  
  9. La conversación ahora era entre el joven, Invel Rukawa su mentor también conocido simplemente como “El Profesor”.
  10.  
  11. ─Siempre voy preparado a cualquier nuevo desafío, eso no quiere decir que saldré vencedor o triunfaré pero... Creo que prefiero eso al pesimismo.
  12. ─Estamos de acuerdo con eso. ¿Cómo viajarás? Bah, no sé para que lo pregunto si la respuesta es obvia... Sigues viajando peligrosamente encima de tu Charizard ¿Le dejarás descansar esta vez para que ella pueda dormir tranquila sabiendo que no te caerás desde las alturas?
  13.  
  14. El llamado profesor parecía no estar muy de acuerdo con los métodos que el joven entrenador tenía para viajar a través de la región. Su esposa aparentemente tampoco estaba muy contenta con esa manera de viaje que Invel tenía en cada una de sus travesías.
  15.  
  16. ─Esta vez estoy de acuerdo con él ¿Por qué no viajas en alguno de los buses que pasan por las rutas cercanas? Luego podrías caminar, no te dejarían tan lejos de allí... Es menos peligroso, sabes que no nos gusta tu manera de viajar y también sabes que si tu madre supiera...
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  18. ─Pero no lo hace, así que no hay problema. Además mamá sabe que puedo cuidarme y soy prudente, vengo viajando de la misma manera hace más de seis meses y nunca hubo problema...
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  20. La mirada firme de la pareja adulta hizo que el entrenador de cabello castaño se re-plantee la situación, eran adultos responsables después de todo y él apenas un joven que debía aceptar recibir consejos de alguien mayor cada cierto tiempo. Esta podía ser su excepción.
  21.  
  22. ─ Está bien. Iré en alguno de esos transportes, al menos por esta vez. Supongo que así Pride tendrá más descanso ¿No?
  23.  
  24. Su Charizard, también conocido como Pride tendría más descanso gracias a la decisión tomada por su entrenador gracias al consejo del profesor y la profesora, las figuras adultas que en Ysiel simbolizaban más que eso para Invel: Eran casi sus padres en esa región, quienes le proporcionaban un techo donde vivir y también ayuda en su labor como entrenador, ¿como no aceptar sus consejos? Poco probable que Invel no los tome en cuenta.
  25.  
  26. No había más que hablar del tema en ese momento, la noche había bañado el cielo hace un largo tramo y ya era hora de descansar, el entrenador y sus compañeros saldrían de aventura muy pronto por lo que la energía sería un bien preciado y muy necesario, debían descansar para los futuros acontecimientos.
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  28. Chapter 1 – La ciudad del fuego
  29.  
  30. Por la ventana de un bus, el entrenador proveniente de Kanto observaba con detenimiento el camino recorrido. Miraba los árboles, veía Pokemon volando a lo lejos y se relajaba bostezando ya que acababa de despertar hacía pocos minutos. Bostezó una vez más y miró el reloj de mano en su diestra, informándose que eran las cinco de la tarde y pocos minutos más.
  31.  
  32. ─Vaya... Dormí mucho─ Murmuró en un tono bajo, bostezando nuevamente.
  33.  
  34. No estaba acostumbrado a las siestas y se notaba que tenía una ligera molestia ¿Quizás jaquecas? Era posible, dormir siesta sin estar acostumbrado puede generarlas. Fuera de ese vehículo con aire acondicionado podía sentirse el calor que seguramente sorprendería al entrenador quien no acostumbraba visitar lugares con esa condición climática. Kanto es una región templada en mayoría a excepción de algunos lugares cercanos a las montañas donde si bien no se llega al punto del frío polar, puede decirse que sí hay frío.
  35.  
  36. Mientras se enfocaba en mirar el entorno, pensaba en que ya estaba acercándose a Flammeus Town, además de que el mismísimo speaker del autobús se lo confirmaba con un anuncio:
  37.  
  38. “Próxima parada, Sendero al volcán”
  39.  
  40. Supo entonces el castaño que debía bajar del bus pronto antes de que siguiera su rumbo con destino a otra ciudad o ruta, algo que atrasaría mucho su llegada a la ciudad del fuego donde aún tenía que solucionar asuntos de hospedaje y otras yerbas. Bajó pronto del transporte y lo primero que hizo además de respirar aire puro fue sentir el intenso calor que las cercanías de Flammeus tenían para él.
  41.  
  42. Bufó y abrió como pudo el cuello de su camisa para dejar entrar un poco de aire, pero era en vano porque el calor era bastante molesto, pero no podía quejarse. Colocó la tira de la mochila en su hombro derecho y emprendió la marcha en sentido contrario al sendero que lo llevaría al volcán, no tenía intenciones de dirigirse hacia ese sitio -De momento- Por lo que caminó tranquilamente hacia la ciudad que se veía desde la lejanía.
  43.  
  44. Allí a lo lejos se alcanzaba a ver una ciudad con apariencia de aldea, descendiendo por esa ruta algo montañosa que a espaldas de Invel dejaba ver la cima del volcán aún activo. Flammeus esperaba al entrenador con los brazos abiertos aunque imponiendo sus propias condiciones de dificultad, nuevamente había que aclarar el factor no menor de que el castaño no acostumbraba tanto calor.
  45.  
  46. Al recorrer ese largo sendero notó que no se hallaba solo. Caminaban tras él, a pocos metros varias personas aparentemente haciendo una actividad de excursión, otros tantos caminaban solos quizás con intenciones de llegar a Flammeus tan pronto como pudieran al igual que él. El calor seguía presente y para colmo ante la falta de árboles la sombra era un bien escaso. El caminar del entrenador siguió a ritmo normal y en cuestión de media hora aproximadamente, había llegado a su destino.
  47.  
  48. ─Así que aquí estás... Flammeus Town.
  49.  
  50. Sonrió y se tomó unos segundos para descansar las piernas, repitiendo el proceso de mover un poco el cuello de su camiseta para que entre algo de aire y así poder refrescarse. De todas maneras nada se compararía a una buena ducha al llegar a su hospedaje, obviamente primero debía encontrarlo. Al caminar recordó algo que había escuchado sobre la ciudad en la que se encontraba, una de las razones por las que muchos viajeros escogían Flammeus como buena opción para hacer turismo.
  51.  
  52. La razón eran las aguas termales, así de simple. Estando al pie de un volcán activo, Flammeus era considerada la ciudad más calurosa en toda la región sin duda alguna, Invel lo comprobaría por sí mismo al llegar y estaría de acuerdo. Teniendo dichas propiedades, muchos pensarían ¿Qué sentido tiene meterte a unas aguas termales con el calor que hace? Pues el simple hecho de relajarse, de disfrutar las propiedades beneficiosas que las aguas termales tienen para el cuerpo humano es suficiente para elegir visitarlas.
  53.  
  54. Lo tenía decidido. Su primer objetivo en Flammeus no sería encontrar el Gimnasio Pokémon sino visitar las famosas aguas termales para comprobar en carne propia si vale la pena tanto renombre o si la gente exagera, algo probable en tiempos actuales. Con esa idea en mente sólo le quedaba recorrer la ciudad hasta encontrar el sitio deseado, parecía fácil más no lo era ya que Flammeus era una ciudad inmensa, gigantesca y de proporciones considerables. No sería fácil.
  55. Fiel a su estilo, Rukawa no tenía problema alguno en arreglárselas sólo y por su cuenta en esa misión de encontrar las aguas termales ¿Qué tan difícil podría ser? Preguntar por aquí, preguntar por allá... Sería fácil, o eso creía. Notó poco a poco, como los que parecían vivir allí estaban ¿Desanimados? Esa era su sensación al menos de momento, aunque podía equivocarse.
  56.  
  57. Miró por varios momentos a las personas que caminaban una calle aparentemente comercial y también notó como los diversos puestos que allí eran atendidos por ciudadanos o personas que vivían en las cercanías de Flammeus, no estaban siendo tan concurridos ¿Acaso se había metido en una zona comercial de baja reputación? No podía ser sólo eso. Mientras más caminaba, más cuenta se daba de que los ánimos en las personas no eran los óptimos.
  58.  
  59. Miradas indiferentes, malas contestaciones y hasta pequeñas trifulcas, Invel estaba siendo testigo de un trato poco amigable en los comerciantes de Flammeus e inmediatamente hizo su hipótesis: El negocio estaba yendo mal, quizás no era la mejor época para los vendedores y puesteros de la ciudad. La mejor opción para él en ese momento era no entablecer contacto visual innecesario, siguió recorriendo y observando lo justo y necesario.
  60.  
  61. Luego de caminar durante unos veinte minutos o más, llegó a un punto muerto donde tenía dos opciones simples, izquierda o derecha. A la izquierda el camino era en bajada, no podía ver más allá de unos pocos metros pero no parecía una zona comercial. Sin embargo podía verse que por el camino de la derecha los comercios continuaban, quizás por allí encontraría el famoso local de aguas termales, mientras resista el calor seguiría buscándolo hasta encontrarlo.
  62.  
  63. ─Necesito una limonada... ─Murmuró con cierta pesadez en su voz, estaba aburriéndose y gracias a su buena forma atlética podía soportar le calor ¿Por cuánto más? Era un humano con limitaciones, después de todo.
  64.  
  65. Al caminar pensaba de paso, en muchas cosas que venían repentinamente a su montón de ideas: Visitar un nuevo gimnasio Pokémon le exigía concentración absoluta y mucho enfoque, pensaba en si el equipo de seis seleccionado para este nuevo desafío era el correcto, y también pensaba si había sido correcta la decisión de traer a ese Pokémon en particular. Llegado el momento, lo sabría para bien... O para mal.
  66.  
  67. Diez minutos, quince, veinte. Caminó y caminó bajo el sol que bañaba la ciudad del fuego, varios ciudadanos hacían sus compras, caminaban por las calles que desprendían un ligero polvillo ante cada pisada al tratarse de una zona con construcciones antiquísimas en medio de una gran montaña, o mejor dicho un gran volcán. Flammeus estaba ubicada al pie de uno, aunque no le veían como amenaza según Invel había leído ¿Acaso el volcán estaba inactivo? Para nada, no lo estaba.
  68.  
  69. Finalmente entre tanto recorrer suspiró con alivio y cerró sus ojos durante cinco segundos para recuperar aire, había llegado. Un gran cartel señalando ”Aguas termales de Flammeus” le recibía en la entrada de un complejo con un terreno bastante amplio. Era distinto a otros comercios cercanos, este ocupaba casi todo el frente de media manzana para sí mismo, se notaba que destacaba con facilidad respecto al resto. El muchacho no perdió tiempo y caminó directamente al portón de lugar, notando que el sitio estaba prácticamente vacío al menos afuera.
  70.  
  71. ─Estarán todos dentro...
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  73. Murmuró para sí mismo esa frase pero nuevamente se equivocaría. Al ingresar al establecimiento se dio cuenta de que en la recepción no había ni un alma, literalmente. Acercándose al mostrador tocó el timbre una, dos, tres y hasta cuatro veces en un lapso de tres minutos. Insistente era su segundo nombre.
  74.  
  75. ─¡Hey! Si nadie viene luego de que toques quien sabe cuantas veces ¿No crees que no hay nadie o no estamos disponibles?
  76.  
  77.  
  78.  
  79. Para sorpresa del joven proveniente de Kanto, una voz femenina un tanto alterada y con aparente enfado se hizo oír por toda la sala correspondiente a la recepción del lugar. Invel tomó distancia inmediatamente antes de que le regañen aún más y carraspeó antes de hablar.
  80.  
  81. ─Lo siento, vengo de un largo viaje y pensé en visitar este lugar... Ya sabe, para hacer turismo. ─El joven fue sincero con su objetivo pero para su sorpresa, la respuesta por parte de la mujer sería negativa.
  82.  
  83. ─Te vas a tener que ir porque las aguas termales no están disponibles.
  84.  
  85. ¿Una broma de mal gusto quizás? La expresión de esa mujer no aparentaba ser la de alguien jugando una broma. Además de que no era adecuado bromear con un potencial cliente, Invel sabía que la mujer hablaba en serio pero su curiosidad era mayor.
  86.  
  87. ─Comprendo ¿puedo saber por qué?
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  89. ─Las aguas termales perdieron gradualmente sus propiedades, ya no hay vapor ni mucho menos calor... Sólo cubículos con bañeras y baños repletos de agua helada, no sabemos la razón. Como dije antes, no estamos siquiera atendiendo al público así que...
  90.  
  91. No pudo terminar las palabras ni Invel pudo preguntar algo más ya que una nueva voz se hizo presente en la recepción. Un hombre de avanzada edad apareció a través de una cortina, levantándola con su lento caminar. Un bastón de madera le ayudaba en cada paso y la sorpresa de la mujer en la sala dio a entender que a lo mejor el anciano no era nadie con un papel menor.
  92.  
  93. ─Lo siento jovencito, parece que la señorita olvidó el protocolo de buenos modales para los clientes... Me disculpo. Tuvimos un inconveniente, algo ajeno al negocio. La ciudad tuvo un inconveniente, mejor dicho.
  94.  
  95. ─¿Qué ocurrió? Si puedo saber, claro ─Con ambas manos apoyadas sobre el mostrador y siendo observado con una mirada de seriedad por parte de la mujer, Invel decidió preguntar un poco acerca de ese supuesto inconveniente. A lo mejor así podría ayudar, o esa era su idea.
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  97. ─Veo que no eres de aquí, comprendo. Es una larga historia, muchacho... ¿Tienes tiempo?
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  99. Chapter 2 – La ciudad del fuego
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  101. Ante la pregunta del anciano, Invel asintió sin problema alguno. Claro que tenía tiempo, también tenía curiosidad de saber lo que estaba aconteciendo en la ciudad. La expresión calmada del anciano, sus ojos algo cerrados y su calma le hacían ver como el típico sabio en los pueblos, sólo que Flammeus no era un pequeño poblado sino más bien una grandísima ciudad repleta de habitantes.
  102.  
  103. Antes de comenzar a hablar, aquel misterioso hombre le hizo una seña a la mujer que se encontraba tras el mostrador, señaló a la puerta de ingreso y la dama inmediatamente asintió con la cabeza comprendiendo lo que debía hacer. Se acercó rodeando el mueble de madera y al estar cerca de la puerta simplemente la cerró. Ahora la sala tomaba una iluminación algo más oscura al no tener la luz ingresando por la entrada.
  104.  
  105. ─Bueno, primero creo que debería presentarme ¿no? Mi nombre es Abel, soy el que está a cargo de este negocio hace más de cuarenta años, mi familia ha heredado las aguas termales de Flammeus a través de las generaciones, siendo yo el anteúltimo dueño. Digo esto porque será mi hijo quien herede el negocio, pero ya hablaré de eso...
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  107. Invel no tenía mucho que decir ante esas palabras, simplemente se dedicó a escuchar con calma.
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  109. ─Ella es Dana, la esposa de mi hijo y nuestra contadora, además de ayudarnos con la recepción. Bien, supongo que no quieres perder tiempo con más presentaciones pero... ¿Te molestaría decirme tu nombre?
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  111. ─No se preocupe, siempre es agradable conocer nuevas personas y sobre todo si son amables. Mi nombre es Invel Rukawa, provengo de Kanto.
  112.  
  113. ─Kanto... Lejos, muy lejos. ¿Viniste a Ysiel por estudios? ¿Trabajo?
  114.  
  115. ─Soy entrenador Pokémon, vine a iniciar mis primeros pasos aquí hace ya más de un año... Y aquí estoy. Mi objetivo es ayudar con la Pokédex a quien me otorgó mi primer Pokémon y también enfrentarme a todos los líderes de gimnasio.
  116.  
  117. ─Interesante, mi nieto también es entrenador... Se podrían conocer si quieres, es buen luchador y podrían tener una batalla amistosa.
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  119. ─Ejem...
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  121. La voz femenina se hizo notar una vez más, pensando que a lo mejor el anciano se estaba yendo por las ramas y para colmo Invel le seguía la conversación sin dejar que continúe con lo “verdaderamente” importante en ese momento: Hablar sobre la situación de la ciudad.
  122.  
  123. ─Lo siento. Muchacho, Flammeus está pasando por unos inconvenientes políticos que nos perjudican a todos, han pasado cosas malas en esta ciudad y estamos viviendo las consecuencias en carne propia. Es extraño que un forastero se interese por lo que pase en una ciudad ajena a sus sentimientos o responsabilidades ¿a qué se debe eso, joven Invel de Kanto?
  124.  
  125. ─Soy un simple entrenador que vino en búsqueda de un nuevo desafío. Me hablaron muy bien de esta ciudad, y hasta ahora en lo único que acertaron fue en mencionar ese intenso calor que hace ahora mismo, pero sobre el calor de la gente... He visto personas muy malhumoradas ahí fuera, vi negocios vacíos y caras largas. La cosa no va bien, eso se notaba al llegar. Y ahora vengo a encontrarme con este problema, aquí.
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  127. La mujer cerró sus ojos, se cruzó de brazos y suspiró con pesadez mientras que el anciano se giraba apenas para observarla, sabiendo quizás que la mujer estaba a punto de ser víctima de sus propios impulsos.
  128.  
  129. ─¿Y por qué deberíamos contarle lo que ocurre aquí? Quizás es alguno de esos revoltosos que van sembrando el caos y quieren ver los resultados en carne propia, como todo morboso. No sabemos si pertenece a... Ya sabe, Abel.
  130.  
  131. ─Lo dudo. No son tan inteligentes, es cierto que los podemos considerar morbosos despreciables pero... Este chico, sin ofender, no me parece que pueda formar parte de esa agrupación. En fin... ¿En qué estábamos? Ah, eso. Muchacho, espero tengas tiempo porque será una larga historia.
  132.  
  133. El joven de cabello castaño no hizo más que asentir con la cabeza ante esa última oración dicha por el anciano, se dispuso a escuchar la razón o las posibles razones para que Flammeus se encuentre apagada, por más extraño que parezca. La historia comenzó sin más titubeos: El anciano le contó a Invel acerca de cuatro grupos políticos que integraban la política total de Flammeus. Cada uno de los grupos se especializaba en un campo.
  134.  
  135. Un grupo que representaba la fuerza y la disciplina, liderado por alguien fuerte que tenía el don de liberar el potencial de cada persona, de cada entrenador. Este grupo era el encargado de la seguridad y la fuerza en Flammeus, tomando decisiones de índole estratégica para colaborar con la policía, los agentes Pokémon y otras organizaciones de bien y orden público.
  136.  
  137. Un segundo grupo simbolizaba la ciencia, la sabiduría y el intelecto. Su líder era una persona sumamente inteligente en todos los sentidos, no eran luchadores ni criadores Pokémon de gran experiencia pero sus conocimientos en diversas ingenierías los ubicaban en el mejor lugar para ser los encargados de todo lo tecnológico en la ciudad, así como también para ser quienes se ocupen de las redes de comunicación, entre tantas otras tareas.
  138.  
  139. En tercera instancia aparecía ese grupo que reflejaba eso que todas las personas necesitaban alguna vez, la fe. En pocas palabras un grupo encargado de impartir la religión en toda la ciudad, no sólo una religión general sino más bien una especie de creencia en lo local, en una deidad llamada El Protector cuyo significado era mucho más que una simple creencia para los ciudadanos de Flammeus.
  140.  
  141. Finalmente el último grupo político era ese que suele verse seguido, muy seguido. Ese que en ocasiones desequilibra la balanza negativamente, ese que todo lo puede mediante un bien que le sobra en cantidad, el dinero. El último grupo político estaba compuesto por algunas personas dueñas de exuberantes cantidades económicas: Empresarios, banqueros, individuos con linajes poderosos.
  142.  
  143. ¿Qué labor cumplían entonces esos grupos? Simplemente representaban una especie de balance que debía ser respetado a toda costa. Todos esos grupos respondían a un alcalde electo en parte por ellos, en parte por los ciudadanos, siendo obviamente los grupos políticos quienes daban el visto bueno ante el nuevo candidato al que probablemente deberían responder en sus años de mandato.
  144.  
  145. Si bien la explicación había sido buena y bastante detallada, Invel seguía teniendo muchas dudas y no le cerraba bien cual era la razón para los problemas. No era culpa de él, simplemente no le habían contado la historia completa... Aún.
  146.  
  147. Luego de carraspear, el anciano contó más al respecto de la situación. Invel se enteró de que esos cuatro grupos eran liderados por cuatro personas, algo que el anciano había mencionado vagamente pero ahora lo explicaba con detenimiento y mayor detalle en cuanto a información. Cada representante o líder era guardián a su vez de una reliquia considerada sagrada, sumamente respetada y protegida.
  148.  
  149. Cada reliquia era algo así como un tesoro en la ciudad, un objeto digno de respeto y cuyo significado era más que un mero bien material del que cuidar... Era algo relacionado con lo divino, con la fe. Abel contó acerca de ese protector de Flammeus, una deidad que protegía a toda costa el bienestar de la ciudad siempre priorizando la vida natural y también la de los humanos ¿era por eso que el volcán no había hecho erupción aún?
  150.  
  151. Con toda esa información Invel comenzó a unir las piezas y teorizó varias ideas, pero ninguna correcta. Fue Abel quien sin más tardar le contó a Invel la razón de los grandes problemas en la ciudad: Todos los grupos políticos estaban divididos, habían cortado todo tipo de relación al verse inmiscuidos en una problemática compleja: Un robo, el robo de una reliquia más precisamente. Y según Abel, habían robado la reliquia al peor grupo posible de los cuatro... El grupo de la clase alta.
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