SC_DYINGSTAR

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DYING STAR - Estrella moribunda
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Kaseem de repente supo por qué los Grevolas le permitieron hacer esta entrega... El era el cebo. Una distracción significaba alejar a los Overlords de las naves haciendo la verdadera carrera de Maze. Pateó la caja abierta llena de astillas de madera sin valor a través de la bodega de carga antes de apresurarse a la cabina, tropezando brevemente cuando otra explosión sacudió la Cutlass. Desenganchó el piloto automático y expulsó la carga de la bodega. Las cajas de señuelo se expulsaron de la nave y giraron en espiral hacia la atmósfera de Pyro II. Se fueron en un instante, al igual que los sueños de Kaseem de que esta entrega le valiera la entrada en la manada de Grevola.

Observó el radar con la respiración contenida, pero los Overlords no se desviaron. Claramente no les importaba el transporte de "droga" que ahora se precipitaba a través de la atmósfera. Tenían sus ojos en él. Kaseem había llegado recientemente a Ruin Station, pero incluso él podía sentir el miedo y la ansiedad causados ​​por esta misteriosa tripulación que frenaba sistemáticamente a los forajidos. Los carteles de "Matar a la vista" con fotos de la colorida armadura de los Overlords estaban pegados a la estación con cada vez mas frecuencia, desesperación y recompensas de crédito.

Todavía nadie sabía quiénes eran ni qué querían. Algunos creían que eran un equipo de operaciones negras de la Marina de la UEE enviado para limpiar el sistema. Otros pensaban que eran simples forajidos que dejaban espacio para sus propias operaciones.

En este momento, a Kaseem no le importaba de ninguna manera. Había viajado a Pyro para hacer bastantes créditos. A diferencia de la mayoría de los habitantes dispersos del sistema, él no estaba huyendo. Semanas antes, sus padres lo expulsaron después de haber escuchado los rumores sobre los establecimientos y locales retenidos por alguien que se parecía a él y que llevaba una pistola Salvo de la misma marca y modelo que el cargaba a su lado. Trató de justificarlo como que solo era algo extra pero ,aunque nadie resultó herido , su padre estaba inconsolable e incapaz de hablar, por lo que su madre le dio la devastadora noticia.

Se fue furioso. Al principio, soñaba con regresar solo cuando pudiera comprar todo el edificio de pisos en el que vivían sus padres, por lo que tendrían que esclavizarse para pagarle el alquiler todos los meses. Ahora todo lo que quería era una noche de sueño reparador con el olor del boumbo hirviendo de su padre flotando por el pasillo.

A la deriva y sin un lugar al que llamar hogar, Kaseem se desesperó lo suficiente como para usar lo último de su dinero para saltar a Pyro.

El sistema tenía fama de ser el lugar donde se podían hacer créditos para aquellos dispuestos a luchar por ellos. Su LZ más popular, Ruin Station, estaba lejos de ser un lugar acogedor. Kaseem sintió que cada par de ojos calculaba cuánto valía y si era más alto que el costo de una bala en la cabeza. Comió su primera comida allí con una mano apretada fuertemente alrededor de su pistola. Tres días después se encontró con lo más cercano a un rostro despiadado, una transportista recién llegado que se ganaba la vida haciendo carreras regulares entre Stanton y Pyro. Ella lo acribilló con preguntas de sondeo y luego lo invitó a conocer a algunos amigos. Fue solo su suerte que resultaron estar conectados. Una manada local en busca de alguien no afiliado para hacer una carrera pesada. Demuestrar que puede manejarlo y el clan Grevola lo recibiría como uno de los suyos. Entonces los créditos seguramente fluirían. En ese momento, Kaseem no podía creer su suerte... ahora, él sabía la verdad.

Los sensores de advertencia chillaron cuando los escudos de la Cutlass absorbieron otro bombardeo brutal. No pasaría mucho tiempo antes de que se apagaran. Kaseem se maldijo por ser tan estúpido. ¿Por qué no volvió a revisar las cajas? ¿O pensar dos veces acerca de por qué estaban tan ansiosos de tener un extraño piloto al azar en esta Cutlass? Kaseem lanzó una contramedida para sacudir un misil y no pudo evitar sonreír.

Su padre dijo que todas esas horas en Arena Commander fueron un desperdicio. Eso seguro resultó ser incorrecto; un hecho que esperaba algún día poder compartir con él en persona.

Dio un repentino giro evasivo y luego comenzó a desplazarse por los registros de vuelo para ver dónde había estado esta nave. Disparos láser pasaron por la cabina mientras sus perseguidores ajustaban el rumbo. Sus escudos restantes comenzaron a parpadear. Encontró algo. Solo un conjunto de coordenadas... Pyro II aparecía más de una vez.

La nave se sacudió por los impactos. Sus escudos se habían ido. Kaseem tuvo que hacerlo rápido. Tomo las coordenadas y luego se detuvo. Solo había una forma de garantizar que Grevola obtuviera lo que merecía.

Kaseem cambió de pantalla y emitió una señal de enlace cuántico. Las naves Overlord se detuvieron tan rapido como pudieron, se alejaron y dieron la vuelta al otro lado de Pyro II. Finalmente, la nave salió del salto cuántico.

Se zambulló a través de la atmósfera, las llamas estaban alrededor de la Cutlass mientras las naves sobre su cola lo seguían de cerca. Sus ojos frenéticamente buscaron en el terreno inhóspito marcado por las operaciones mineras, rezando para que no se hubiera equivocado. Luego, en el horizonte, vio la luz que brillaba en un elegante casco de una Freelancer. Inclinó su nave y pronto pudo distinguir pequeñas figuras corriendo entre la Lancer y un edificio destrozado asentado en el borde de una mina profunda. ¡Ese tenía que ser el escondite de Grevola!

Kaseem se alejó del fuego pesado que salpicaba su cola y luego cargó su último misil, con la esperanza de evitar la persecución de Overlord por solo unos segundos más. Tiempo suficiente para no solo estar dentro del alcance efectivo, sino tan cerca que Grevola sabría que era él.

Kaseem gritó mientras lanzaba su último misil al Freelancer que Explotó en una bola de fuego cegadora que iluminó el dosel de la Cutlass. Algunas de las torretas supervivientes que se alzaban al borde de la mina abrieron fuego. Ya no se molestaba con maniobras evasivas. En este rango no tenía sentido. Su HUD se iluminó con advertencia tras advertencia de fallas críticas del sistema momentos antes de que su mundo se volviera negro.

Minutos, tal vez horas, pasaron. Lo primero que Kaseem recordó fue un calor abrasador. Entonces luz. Alguien lo sacó de la nave naufragada. Le tomó un momento a sus ojos adaptarse y ver a través del dolor punzante en su cráneo. Cuando se concentró, miró a un círculo de caras blindadas. Toda la galería de carteles de Wanted lo estaba mirando. Kaseem no sabia por qué, pero se rió. Los Overlords intercambiaron una mirada. Levantó los pulgares y luego se desmayó.

Kaseem volvio detrás de cajas de desechos biológicos apiladas en una esquina de Ruin Station. Luchó por ponerse de pie para ver un cartel de "Matar a la vista" que los Overlords habia pegado en su pecho. Él sonrió y luego se dirigió lentamente al puerto espacial. Era hora de encontrar el camino a casa.

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- Contenido oficial: Revista JumpPoint Abril 2020
- Traducido por RazielFireeye.