Salem
Capítulo I
Su nombre era Nicholas Person, pero sus amigos lo llamaban Nick; era desconfiado, observador como nadie más, persuasivo y decidido; todo el tiempo vestía una gabardina, un sombrero y una mirada perforante que iba hasta lo más recóndito de los pensamientos y deseos de los demás; eso le ayudaba en su pasatiempo favorito y además su trabajo: Investigar. Nunca nadie lo esperaba en casa, quizá  por esas razones se había convertido en detective de tiempo completo del Departamento de Policía e Investigación de Salem, o por sus siglas, DPIS.
Nick nació y creció en Boston, vivía con sus dos padres y era hijo único. Tuvo una infancia complicada y al cumplir la mayoría de edad se fue a estudiar criminología en la Universidad de Boston. Entró al Departamento de Policía de esa ciudad pero al ver que sus posibilidades de trascender siendo tan joven eran nulas, se mudó a Salem.
Salem era un pueblo al noreste de Estados Unidos, en Massachusetts. Siempre estaba nublado o lloviendo, un lugar perfecto para historias de fantasmas o asesinos, pero ese no era el caso, más bien era todo lo contrario. La pequeña población estaba siempre tranquila, casi nunca se cometían delitos y el DPIS sólo era requerido para mandar refuerzos a grandes ciudades que estaban cerca como Boston o alguna otra población de esa jerarquía. Por esas razones, Nick siempre sintió que le faltaba algo más en su carrera. Nunca pasaba de resolver alguno que otro caso de robo a casas o en muy raras ocasiones algún extravío de personas.
Pero esa noche, Nick nunca imaginó que comenzaría el verdadero trabajo. La mayor de las pruebas para un detective como él y para el DPIS mismo.
Como de costumbre, los habitantes se fueron a sus casas cerca de las 10 de la noche a dormir. Todos en la colonia en la que vivía Nick se despidieron y fueron a descansar después de un día de trabajo. Pero él se quedó despierto hasta tarde revisando un caso de otra población llamada Lynn, cerca de Salem y que también estaba en Massachusetts.
Después de servirse una taza de café y prender su chimenea, se dispuso a leer.
El caso era de la ciudad de Lynn, que también estaba en Massachusetts. Al empezar a leer y analizar se sorprendió mucho. Nunca se había encontrado con algo parecido a lo que el caso tenía para contar. De acuerdo a muchas personas, cerca de las 2 de la mañana se escucharon gritos de un hombre que estaba siendo atacado. También las personas pudieron oír rugidos y gruñidos de alguna bestia salvaje. Todos pensaron que un oso había atacado al hombre y que nadie podía hacer nada al respecto,  se fueron a dormir y esperaron encontrar la horrible escena a la mañana siguiente. Apenas salió el sol, todos se despertaron y fueron a encontrar lo que los había mantenido despiertos e inquietos gran parte la noche. Al salir de sus casas sólo se encontraron con un hombre desmayado y totalmente desnudo con pelos alrededor suyo. No había nadie sin vida ahí, es más, no había ni siquiera sangre.
La policía se llevó al hombre en cuestión, y no dejó que nadie más lo viera. Parecía como si nadie conociera al sujeto en la ciudad pero desde ese día estuvo en boca de todos. Se hablaban historias de encantos, hombres lobos y en general cosas sobrenaturales. Nadie supo que pasó con ese hombre pero de acuerdo a varias leyendas urbanas se dice que lo aventaron al bosque a su suerte y sigue vagando en las noches de luna llena como hombre lobo buscando a sus próximas víctimas.
Nick siguió leyendo y leyendo hasta que lo venció el sueño. Se quedó dormido en un sofá.
Al día siguiente un sonido lo despertó un sonido. Estaban tocando a su puerta, y parecía que lo que querían decirle a Nick era realmente importante y urgente. Abrió la puerta. La mirada y palidez de su rostro dejó ver que algo andaba mal.
Era el Sheriff.
Capítulo II
Después de abrir la puerta, Nick lo invitó a pasar, pero James (Así se llamaba él) lo calló y trató de contarle la razón de la visita.
Le costaba mucho hablar, o más bien parecía como si no supiera por dónde empezar a contar su relato, pero finalmente pudo decir algo: “Tienes que ver esto, Nick”. Terminando esa frase jaló al detective del brazo y lo llevó fuera de su hogar sin ni siquiera darle tiempo de cerrar su casa.
- Encontramos  un cuerpo esta mañana- dijo James.
Era la primera vez desde que Nick trabajaba en el DPIS en la que la policía encontraba a una persona muerta. Por eso la noticia del Sheriff lo sorprendió.
- Nunca había oído sobre una muerte aquí en Salem, James- contestó Nick. – Parece que fue un suicidio- respondió el Jefe de la Policía. Lo encontramos en su casa con un cuchillo en la mano y con la garganta cortada, además no hay huellas de otra persona en el cuchillo y la casa estuvo cerrada con llave  toda la noche.
- Aun así me gustaría revisarlo, la capacidad de un detective y lo que lo hace destacar de los demás es no creer en lo que todos creen- dijo Nick. – Cómo quieras, aunque te aseguro que no encontrarás nada más que la triste historia de alguien quien decidió acabar con su vida- le advirtió James.
Llegaron al lugar donde estaba el cuerpo y ya estaba rodeado de otros policías. Nick llevaba su portafolio con todo lo necesario para estos casos, desde que llegó se sentía un ambiente raro, como si las personas que estaban allí sospecharan algo.
Hizo lo necesario para reunir la suficiente evidencia: Tomó fotos, analizó la escena y decidió llevarse los pocos archivos de otras personas que desgraciadamente se habían quitado la vida. Planeaba leer todo mientras tomaba una buena taza de café en su casa, al mismo tiempo que el sonido de la lluvia lo ayudaba a pensar.
Llegó a su casa, se puso cómodo y se dispuso a trabajar.
La primer cosa que lo hizo sospechar de un posible asesinato fue que él conocía a la víctima. Su nombre era John Turner, se dedicaba al campo y parecía ser un hombre feliz, siempre estaba contento y no había razón aparente para un suicidio. De vez en cuando él y Nick compartían alguna tarde bebiendo cerveza y charlando sobre política. A pesar de ser un campesino él sabía muchas cosas y, para Nick, era un hombre muy inteligente.
Nick sintió algo de nostalgia ya que en algún tiempo lo consideró realmente un amigo. Trató de olvidarse de los pensamientos que lo atormentaban y siguió trabajando hasta que se encontró con algo muy extraño y curioso a la vez: El corte que tenía en la garganta había sido hecho con una mano izquierda, y Nick recordaba con extrema claridad que John era diestro.
Nick supo que algo andaba mal y de inmediato le habló al Sheriff. No hubo respuesta. Tomó sus cosas apresuradamente y quiso salir de su casa, pero cuando abrió la puerta se encontró con una anciana.
- No tengo dinero, señora- dijo Nick. Además llevo prisa, ¿podría darme permiso?
- Perdóneme por lo que voy a hacer, Nicholas- le respondió la que parecía una inocente mujer.
- ¿Cómo es que sabe mi nom…-
No alcanzó a terminar la frase cuando la mujer lo golpeó fuertemente con un bate de béisbol en la cabeza. Nick se tambaleó pero cuando intentó reaccionar y contraatacar sintió otro fuerte golpe. El definitivo.
- La verdad tiene que salir a la luz- dijo la anciana mientras arrastraba el cuerpo inconsciente de Nick a su casa.
Capítulo III
Despertó.
Se sobresaltó al no ver nada. Estaba en un cuarto totalmente oscuro, le dolía la cabeza. No sabía qué hora era; tampoco sabía dónde estaba.
Tenía sed y no recordaba nada de lo que le había ocurrido.
Una pesadez increíble lo asaltó de repente y le dio mucho sueño.
Se quedó dormido de nuevo, y empezó a soñar.
El sueño empezó con colores vivos flotando y diferentes formas, como los sueños de los bebés cuando son muy pequeños. Después empezó a recordar momentos de su vida dentro del sueño, algunos eran muy vívidos, otros eran lejanos y otros más parecían ser irreales o que nunca habían pasado.
Se concentró en un solo recuerdo. Se vio a él mismo de niño. Estaba con su madre y ella no dejaba de cantarle y expresarle cuánto lo amaba. Después, la situación se volvió oscura: recordó la noche en la que murió su papá. Tenía 10 años. Esa noche él y sus padres se habían ido a dormir un poco más tarde de lo que ellos estaban acostumbrados, se vio acostado en su cama mientras sus madre le daba un beso de buenas noches y su padre le deseaba buenas noches. La lluvia torrencial no lo dejaba dormir y al cabo de unos minutos oyó cómo alguien tocaba el timbre de su casa. También oyó como su padre salió a atender a aquél hombre, el hombre que más odiaría en su vida. Escuchó como sus padres discutían con el hombre que había tocado a la puerta, y después… un sonido aturdidor: el sonido de una bala. Su madre gritó y sobresaltó al pequeño Nick. Después de los gritos vino el llanto. Cuando Nick llegó sólo vio a su padre tumbado en el suelo, con un charco de sangre alrededor de su cuerpo. Lloró junto a su madre mientras ella lo abrazaba consolándolo, aunque ella sabía que ni siquiera se podía consolar ella misma.
La policía nunca pudo hallar al asesino y no se hizo justicia contra la Familia Person, esa fue la principal razón por la que se hizo investigador.
Se despertó por segunda vez asustado y sudando. Se secó las lágrimas que le había hecho derramar ese recuerdo. Sintió escalofríos y se recargo contra la pared.
Aun con el dolor de cabeza y la desorientación, hizo su mayor esfuerzo por recuperar la información perdida tras el golpe. Lo único que recordaba era el caso de John Turner. Después de una hora, recordó que tenía algo importante que decirle al Sheriff. Se sobresaltó al recordar qué era eso tan importante de contar, una cosa llevó a la otra y recordó lo demás, la anciana, el secuestro y lo que más lo intrigaba: ¿cómo es que la mujer sabía su nombre?
Empezó a gritar pidiendo ayuda. Pero parecía que sólo él escuchaba sus gritos. Se rindió y volvió a quedarse tranquilo en el rincón del cuarto en el que ya se había “acoplado”.
Segundos más tarde escuchó pasos de una persona. De golpe abrieron la puerta.
La luz lo cegó por un momento y después pudo vislumbrar una figura humana.
Era la anciana.
Capítulo IV
- Buenos días, Nicholas- lo saludó la anciana. ¿Durmió bien?
- ¿Qué carajos estoy haciendo aquí?- respondió Nick. ¿Cómo es que sabe mi nombre?, ¿por qué me trajo aquí?, ¿quién es usted?
- Tranquilo Nicholas. No le haré daño, lo prometo- argumentó la mujer. Yo no soy su principal preocupación ahora, ya que tengo algo muy importante que decirle.
- Yo tenía algo importante que contarle al Sheriff, hasta que usted me secuestró- dijo Nick enojado
- No creo que sea algo más importante que lo que estoy por contarle…- empezó a decir la anciana. Mi nombre es Mary, Mary Rose. Lo he estado siguiendo desde esta mañana, supe su nombre gracias a su conversación con el Sheriff esta mañana en casa del señor Turner. Tuve que llegar a estos métodos porque no tenía opción.
Nick estaba escuchando con atención lo que Mary estaba contándole. En realidad él no creía que la anciana fuera mala.
- Creo que pedir una charla con alguien siempre es mejor opción que secuestrarlo- contestó Nick.
- Mire, la manera que haya elegido para comunicarle el mensaje es irrelevante- dijo la anciana.
- Dígale eso a mi cuerpo- contestó Nick mientras se agarraba la cabeza y hacía una mueca de dolor.
- Por favor déjeme hablar- continuó Mary. 	Sé que esto sonará raro pero  tengo poderes especiales que, según yo, nadie más en este pueblo tiene.
- ¿De qué habla?- cuestionó Nick a Mary.
- Mire, yo puedo hablar con personas que están muertas- dijo la mujer.
Nick estaba realmente intrigado, y contrario a lo que todas las personas creerían, él estaba confiando plenamente en la anciana. Quería escuchar más así que no dijo palabra alguna para dejarla hablar.
- Y el reciente muerto, John, se ha comunicado conmigo. Me ha revelado cosas que jamás creería.
A cada palabra que decía Mary, más aumentaba la curiosidad de Nick.
- Y… ¿qué le ha dicho?- dijo el detective.
- Me dijo que todas las personas creían que él se había suicidado, pero no es así. La verdad es que lo asesinaron. No me dijo el nombre de la persona que le había hecho esto, sólo me dijo que le entregara el siguiente mensaje, lo citaré textualmente: “Nick, revisa el corte que hay en mi cuello, sabes que soy, o era diestro. El corte está hecho con una mano izquierda”- le contó Mary.
Al oír esto, Nick sintió una leve descarga en el cuerpo. Algo se había iluminado en él. Lo mismo que él había pensado se lo estaba diciendo la anciana. Sólo habían dos opciones disponibles ahora: la señora Rose había matado a John, o en realidad estaba diciendo la verdad. Lo asaltó un dilema. No sabía si creer ciegamente en la anciana o seguir preguntándole más y más cosas.
Se decidió por la segunda opción.
- ¿Desde cuándo tiene estas habilidades, señora Rose?- le preguntó Nick.
- Toda mi vida he creído en lo paranormal- explicó Mary. Siempre me interesaron esos temas y una noche tuve una revelación. Después de la noche en la que mi esposo murió él se comunicó conmigo durante un sueño, al principio yo lo tomé como una ilusión de mi cerebro al no querer desprenderse de él. Me dijo que me había dejado dinero y algunas cosas en un lugar de esta casa, revisé ese lugar y ahí estaban las cosas, tal como él había dicho que estaban. Yo no sabía nada acerca de esas cosas y nunca lo había escuchado hablar de eso.
Nick en realidad le quería creer a Mary y ella lo estaba convenciendo.