Advertisement
Not a member of Pastebin yet?
Sign Up,
it unlocks many cool features!
- Habían llegado allí finalmente, siguiendo a aquellos bárbaros que amenazaban sus aldeas desde hacía semanas, les habían seguido atravesando bosques, montañas y ríos y finalmente estaban allí, frente a frente.
- El grupo al que seguían no era muy grande, tan solo unos mil hombres, comparado con los cinco mil que el Imperio contaba entre sus filas.
- La batalla parecía ganada antes incluso de haber empezado. Los bárbaros habían acampado a unos dos estadios de ellos, separados por una pequeña colina entre ambos, cubierta de pequeños hierbajos.
- Los oficiales no tuvieron que dar orden alguna, simplemente marcharon con sigilo hacia delante hasta que estuvieron a punto de entrar en la hondonada. En ese momento llegó un batidor corriendo a toda prisa hasta donde estaba Arvargar Polenin, el general al mando, conocido entre la tropa como “Dadme Otra”.
- -Alto-susurró Polenin a un oficial, que extendió la orden por el grupo.
- En unos minutos el ejército se detuvo.
- -Señor-reportó el explorador-Se acercan más bárbaros.
- -¿Cuántos son?
- -Son bastantes, unos seis mil quizás y vienen directamente hacia aquí-informó-llegarán en breve
- -Mmm-Polenin se mesó su cuidada perilla
- -¡Deberíamos atacarles ahora y matarlos a todos!-exclamó otro de los oficiales, un tal Adio de Meld-Si esperamos más se reunirán y será más difícil acabar con ellos.
- Se hizo el silencio, roto nada más por el ulular de los búhos y el correr del viento. Todos aguardaban la respuesta de su general.
- -No atacaremos-sentenció-Vamos a esperarles. Montad el campamento.
- -Pero señor, si.. si.. esperamos serán tantos como nosotros-contestó Adio.
- -¡Deja de replicar! Aquí las órdenes las doy yo.
- -¡Estás loco!, nadie en su sano juicio esperaría en esta situación, nos matarán a todos!
- Polenin cogió su vara de mando, una vara rígida de madera, de unos cincuenta centímetros de largo y la estrelló con tanta fuerza en las espalda del oficial que lo tumbó contra el suelo, quebrando la vara, quedándose con la astillada mitad en la mano.
- Dirigiéndose a uno de sus ayudas de campo, Polenin le pidió otra vara con un simple y seco:
- -Dadme otra.
- Tras montar el campamento, constituido por algunas tiendas, fogatas y centinelas apostados en sus lindes, Polenin reunió a sus oficiales en su tienda de mando.
- Los cuatro hombres allí reunidos llevaban la misma armadura, propia de los oficiales Imperiales: cota de malla con escamas metálicas cosidas sobre ellas y un dragón rojo pintado en las escamas.
- Un casco-que no llevaban en ese momento-con protecciones para el cuello, grebas y guanteletes completaban la armadura.
- Llevaban también ceñida el cinto una espada y una daga.
- -Bien, el plan es el siguiente-dijo Polenin mirando a Adio, llamado también a aquella reunión-Vamos a montar ahora una fiesta para subir la moral y después diremos a la tropa cuántos son ellos.
- Con esto logramos , primero, que estén mejor preparados y segundo, que con el ruido, los bárbaros sepan que estamos aquí y quieran confrontarnos. Hoy a media noche, moveremos todo nuestro ejército a nuestro lado de la colina sigilosamente y dormiremos allí, tumbados sobre nuestras esteras, mientras dejamos el campamento aquí y las fogatas sin apagar, así que creerán que no nos hemos movido.
- -Y en cuanto vean que no estamos vendrán al campamento y saldremos en sus propias narices, pillándoles desprevenidos-supuso Medas de Argantia, otro de los allí presentes.
- -Exacto
Advertisement
Add Comment
Please, Sign In to add comment
Advertisement