Sus manos apretaron en puños la ropa de Aaron hasta dejarlos blancas como la loseta del baño. Sus ojos se quedaron fijos en los claros y transparentes de su chico tratando de creer en sus palabras. No dudaba de que lo fuera a dejar, por lo menos no en este momento, en este tiempo, estaban unidos y sabia que el slytherin lo amaba así como el sabía que…Coño, también amaba a Aaron. Abrió los ojos desmesuradamente cayendo del guindo. Lo amaba. Abrió la boca justo cuando este se agachaba para besarlo pero cayó, se limitó a cerrar los ojos y dejar que por una vez fuera Aaron el que dominara con su beso, el que entrara en su boca y lo mimara con sus caricias.

Seguía perdido, claro, seguía con miedo, mucho, pero no estaba solo. Ver la cabeza de Petra y saber que no estaría más con el le hizo sentir tan jodidamente solo. Otro escalofrío recorrió su cuerpo…no podía creer que Petra no estuviera mas a su lado. Aquella criatura que lo había amado más que toda su familia junta, que había cubierto lo suyo con Mikel y…Abrió los ojos separándose de Aaron para observarlo. Subió una mano acariciando su mejilla con cariño. No había tenido oportunidad de contarle a Petra sobre Aaron, cuando le habló de él todavía eran amigos.

-Según Petra todo comenzó desde que nací pero a esa edad no me acordaba de nada -susurró volviendo a arrastrar su cuerpo hasta apoyar su cabeza en las piernas del castaño comenzando- Te puedo asegurar de que pequeño lo intente Aaron, intenté ser como el resto de…todos en esta jodida casa. Intenté llenar las expectativas de mis padres, de mi abuelo, de los socios -sollozó- Y era difícil, no te imaginas cuenta. Mi abuelo siempre ha sido creativo con los castigos y…puede parecerte raro que me afecte tanto la muerte de una elfina pero…ella era mi madre Aaron, ella fue la que me crió de bebe, la única en toda esa jodida mansión que me celebrara los cumpleaños, la única que me cuidaba y demostró amor -subió su mano intentando limpiar las nuevas lágrimas que caían por sus mejillas- No puedo creer que me la hayan quitado -bajó su mano hasta la rodilla de su chico y la apretó preparado para soltar todo lo que había ocultado y lo que realmente podía decir sin que el hechizo interviniera- En mi familia el que manda es mi abuelo…

Y así lo soló todo. O un resumen más bien. El trato de su abuelo, la frialdad de su madre, la indiferencia de su padre. Las clases, la mención vaga de un sótano con toda el peso King en el, el como se aburrió después de tanto tiempo, su transformación, sus “amigos”…Dijo todo sin dejar llorar en mudo silencio. Hasta que llegó a él. Abrió la boca y de sus labios no salió sonido alguno, carraspeó pero nada. Alzó una ceja frustrado y trató de contarlo de otro modo.

-Te dije que tuve un profesor personal, hasta que decidió…hm, retirarse -buscó con su mano la de Aaron entre las ropas, sin mirarlo. Como llevaba desde que empezó a contarle su vida- Y él…bueno, fue un gran profesor, me enseño de todo, pero todo -intentó recalcar la ultima palabra satisfecho cuando el hechizo no bloqueó sus palabras- A mis 14 años se podría decir que mi relación con el era como la de los pupilos griegos con sus maestros -apretó la mano esperando que entendiera- Nos unimos tanto que mi abuelo lo notó, nos encontró en -abrió la boca y la cerró moviendo los ojos a todos lados pensando en más jodidos sinónimos- Una clase, en plena clase, muy aplicado yo -mordió su labio inferior pensando en Mikke notando como su recuerdo todavía dolía- Desde entonces todo fue de mal en peor. No volví a verlo, su…esposa -dijo con amargura recordando esa horrible discusión- Le pidió que cambiara de trabajo y lo hizo de ahí….recurría a otros tipos de método de relajación -volvió a recalcar la palabra ya que ese era otro tema del que no podía hablar- Me…acostumbré a usarlos tanto que un día simplemente caía enfermo…por eso repetí año, tuve que entrar al hospital por mi -tosió por el esfuerzo- Enfermedad -arrugó la cara sobando su garganta- Por eso me enviaron aquí Aaron, no sólo por ser un insolente o indisciplinado si no…por no ser lo que ellos quieren. Esperan que…los tuyos me cambien porque es la última opción que les queda.