Advertisement
Guest User

20B - 21B

a guest
Aug 25th, 2016
76
0
Never
Not a member of Pastebin yet? Sign Up, it unlocks many cool features!
text 25.41 KB | None | 0 0
  1. CAPÍTULO 20
  2.  
  3. -¿Cuánto falta para llegar a la playa?
  4.  
  5. -Pocos minutos, recuerden que estoy conduciendo un bus y me cuesta maniobrarlo. Maldito director y sus recortes de presupuesto.
  6.  
  7. -¿Qué dijo, profesor?
  8.  
  9. -No, nada. Estaba pensando en voz alta jajaja… ¡miren, ahí está la costa!
  10.  
  11. -Oh, se ve muy hermoso. ¿Cierto Paz?
  12.  
  13. -Sí.
  14.  
  15. -¿Qué te pasa? Últimamente te noto muy decaída.
  16.  
  17. -No te preocupes, Francia. Estaré bien.
  18.  
  19. -La que sí veo animada es a Francia. Desde que se fue Jacob que te noto más feliz…
  20.  
  21. -Eso no tiene nada que ver, León. Si estoy feliz es porque Paz me está acompañando, ¿cierto?
  22.  
  23. -Sí.
  24.  
  25. -Bueno hermanita, como tú digas.
  26.  
  27. Tienen razón en que desde que se fue Jacob las cosas han cambiado. No, la verdad es que todo sigue igual y es que la presencia de él en el curso siempre pasaba desapercibida. A veces llegan a comentar de su hermana, pero de Jacob nada y eso me deprime bastante.
  28.  
  29. Tampoco quiero creer que Francia esté feliz estos días porque tiene el camino libre, porque incluso estando juntas siento un vacío enorme. Y creo que ese vacío es el recordar las palabras de él antes de partir a Alemania. Incluso prometió ayudarme lo más que podía, pero tampoco deseo involucrarlo más con el asesino. Ya ha sufrido mucha mierda para que le siga generando problemas.
  30.  
  31. -Bien, ya llegamos.
  32.  
  33. -Pero está vacío. ¿No se supone que sería una playa?
  34.  
  35. -Técnicamente esto es parte de unos terrenos que son propiedad del padre de Ricardo, pero él nos dio permiso para ingresara este lugar, así que gracias Ricardo.
  36.  
  37. -No me lo agradezca, es sólo que esta playa me trae recuerdos.
  38.  
  39. -¿A qué te refieres?
  40.  
  41. -Cuando éramos niños, mi familia y la de Simón pasábamos nuestros veranos aquí. Incluso invitaba a alguno de mis compañeros y la pásabamos bien prendiendo los fuegos artificiales… lo siento, me pongo muy sentimental.
  42.  
  43. Ricardo tenía razón y, aunque no lo pareciese, muchos extrañamos a los compañeros que han fallecido. A lo mejor unos más que otros, pero él le tenía un aprecio especial a todos por igual y no le guardaba rencores a ninguno.
  44.  
  45. -Sé que es difícil perder a alguien importante, lo sé en carne propia. Pero sabes que puedes contar conmigo cuando quieras.
  46.  
  47. -Gracias León, eres un buen amigo.
  48.  
  49. Ese imbécil de León, siempre haciéndole el héroe y el resto del curso le alaba sus mentiras. Me gustaría que algún día todos vean cómo es realmente.
  50.  
  51. -¿Y sabes cuál es la mejor forma de levantarte el ánimo? ¡Haciendo un concurso de belleza entre las chicas!
  52.  
  53. -Imbécil, ¿quién te dio autoridad para hacer un concurso con nosotras participando? No somos sus muñequitas para que nos exhibamos. Vamos Pancha, diles algo.
  54.  
  55. Maldición, se quedó mirando las aves y justo cuando necesitaba de sus discursos igualitarios.
  56.  
  57. -Ay Paz, qué inocente eres. Además, es imposible que alguna de ustedes gane cuando la que va a participar soy yo, Valentina.
  58.  
  59. -¡¿Y por qué estás usando un bikini tan diminuto?!
  60.  
  61. -En la guerra y en el amor todo vale, ¿cierto chicos?
  62.  
  63. -¡Sí!
  64.  
  65. -Bueno, supongo que los dejaré haciendo su concurso de belleza.
  66.  
  67. -Si quiere se puede unir como jurado, profesor.
  68.  
  69. -¿En serio? Digo, con mucho gusto los ayudaré a organizarse.
  70.  
  71. -Entonces está decidido. En una hora más tendremos nuestro concurso de belleza, así que las quiero ver bellas y radiantes.
  72.  
  73. Estúpido León, siempre haciendo cosas que el curso acata sin dudarlas. Y lo peor es que me tengo que mostrar ante mis compañeros y en traje de baño. Pero si eso hace feliz a Ricardo podría ser hasta entretenido.
  74.  
  75. No puede ser…
  76.  
  77. -¿Pasa algo, Paz?
  78.  
  79. -No encuentro mi bikini. Debí hacerle caso a Eliseo y ponérmelo antes de venir para acá. ¿Qué haré?
  80.  
  81. -Si quieres te paso el mío. Traje dos por si acaso.
  82.  
  83. -¿En serio Francia? Muchas gracias, te pasaste.
  84.  
  85. -No es nada. Es lo menos que puedo hacer para verte sonreír nuevamente.
  86.  
  87. -Sobre eso, lo siento si mi ánimo no ha sido el mejor de todos. No quiero que me veas deprimida y que no haya nada que lo cambie…
  88.  
  89. -¿Recuerdas la promesa que nos hicimos meses atrás? Puedes confiar en mí de la misma manera que tú lo haces conmigo. Entre amigas no deben existir secretos si nos queremos apoyar.
  90.  
  91. -Tienes razón. Mucha gracias Francia.
  92.  
  93. -Y si quieres te ayudo a ponerte el bikini…
  94.  
  95. -¡No, no! ¡Eso lo hago yo sola, gracias!
  96.  
  97. A veces olvido la faceta más humana de Francia. Sí, ella tiende a enfadarse con facilidad y ponerse celosa, pero en el fondo me quiere mucho y daría lo que fuese por hacerme sentir bien. Me gustaría hacer lo mismo por ella.
  98.  
  99. -¿Ya están listas, chicas?
  100.  
  101. -Dejen de apurarnos.
  102.  
  103. -Uy, veo que Elena se le ha marcado el traje de baño.
  104.  
  105. -¡Salgan de ahí, mirones! Imbéciles.
  106.  
  107. -Te quedó muy bien mi bikini.
  108.  
  109. -Gracias, tu traje de baño es igual de bonito, Francia.
  110.  
  111. -¿Lo dices en serio? Deberíamos compartir ropa más seguido.
  112.  
  113. -Supongo que sí.
  114.  
  115. -¡¿Ya están listas?! No tenemos todo el tiempo.
  116.  
  117. -¡Sí!
  118.  
  119. Vaya, no me esperaba que el curso se organizara tan rápido y más con ese improvisado escenario. Todo el pánico que sentía por exhibirme en bikini había desaparecido y hasta me siento un poco más bonita.
  120.  
  121. -Bien, que comience nuestro Primer Concurso de Belleza en la Plaza. ¡Que pasen las candidatas!
  122.  
  123. Mentía minutos atrás, porque la poca confianza que me tenía desapareció de inmediato y más cuando algunas de mis compañeras se ven hermosas al desfilar y parecen modelos profesionales. Menos Valentina que cada vez que puede trata de robarse la atención.
  124.  
  125. -Como no puede ser un concurso de sólo belleza, también vamos a evaluar la simpatía y la inteligencia de las participantes con una ronda de preguntas. Que pase la primera, Paz.
  126.  
  127. Ojalá no pregunten alguna estupidez estos sujetos. Por cierto, parece que falta alguien en el jurado…
  128.  
  129. -Bien, Paz. ¿Qué es lo que buscas en un hombre ideal?
  130.  
  131. -Bueno… yo…
  132.  
  133. Francia me está observando y me está dando ánimos, ahora me siento un poco más tranquila.
  134.  
  135. -Yo opino que más que un hombre ideal, lo que busco en una persona es que me entregue confianza y el cariño sea mutuo. Da igual cómo sea por fuera, porque es su personalidad la que me hace querer a la otra persona.
  136.  
  137. -Oh, excelente respuesta. ¿Qué puntaje le dan los jueces? ¡17 puntos en total!
  138.  
  139. -¿Por qué me dieron 4 puntos? ¡¿Y por qué Cristiano sólo uno?!
  140.  
  141. -Es que aprovechamos de evaluar el desplante en el escenario y eso te resta bastantes puntos. Además que esa respuesta es bastante cliché.
  142.  
  143. -Imbéciles.
  144.  
  145. -Bueno, bueno, sigamos con las otras participantes. Que pase Pancha...
  146.  
  147. -¡24 puntos!
  148.  
  149. -Tiene un cuerpo despampanante, pero es demasiado liberal y poco señorita.
  150.  
  151. -Que pase Elena…
  152.  
  153. -¡20 puntos!
  154.  
  155. -Si no fuese tan enojona sería la mujer ideal de muchos.
  156.  
  157. -Que pase Francia…
  158.  
  159. -¡26 puntos!
  160.  
  161. -Una mujer muy centrada y que refleja lo señorita que es, pero su frialdad le resta bastantes puntos.
  162.  
  163. -Que pase Carolina…
  164.  
  165. -Es Caroline.
  166.  
  167. -Perdón, que pase Caroline…
  168.  
  169. -¡14 puntos!
  170.  
  171. -Ni siquiera sé por qué participaste en este curso con esa respuesta tan aburrida, Carolina.
  172.  
  173. -Es Caroline. Y sí, preferiría estar en mi casa leyendo a Dorian Gray antes que esto.
  174.  
  175. El jurado ha sido bastante duro, en especial ese petulante de Cristiano. ¿Qué se cree viendo los defectos de todas y haciéndose el más correcto del curso? Al menos no fui la peor evaluada.
  176.  
  177. -Y ahora, que pase Valentina.
  178.  
  179. -¡Hola chicos, es un gusto verlos! Mi nombre es Valentina…
  180.  
  181. -Valentina, tienes que contestar la pregunta.
  182.  
  183. -Ay profesor, usted es tan gracioso. Pero no tanto como mi León.
  184.  
  185. -De acuerdo, pasemos a la pregunta. ¿Qué es lo que mejor que te define como mujer?
  186.  
  187. -Pues… mi nombre es Valentina Venegas y mis medidas son 95, 64 y 90. Hago mucho ejercicio y trato de arreglarme mucho en las mañanas para verme tan radiante y hermosa como me ven. Así que voten por mí, por favor.
  188.  
  189. -Y la nota final es de… ¡29 puntos!
  190.  
  191. -¡¿Por qué me diste un punto, Cristiano?!
  192.  
  193. -Porque se supone que es un concurso de belleza, no uno donde ganes sólo por tus asquerosos atributos. Además que mi voto no valía la pena, ganaste de todas formas.
  194.  
  195. -Es verdad. ¡Gracias chicos, es un honor ser su nue… !
  196.  
  197. -¡Esperen! ¡Falta otra participante!
  198.  
  199. -Pero si ya nos hemos presentado todas, profesor. ¿Quién más falta?
  200.  
  201. -Tienen razón, falta una participante más. Que pase nuestra última candidata, Coté.
  202.  
  203. Sabía que faltaba alguien, pero no imaginaba que sería Coté.
  204.  
  205. -Un momento. Él no puede participar porque es hombre. No tiene sentido en un concurso de belleza para mujeres.
  206.  
  207. -Le pregunté si quería participar y ella aceptó con mucho gusto, además que ya te dije que tienes que ser más tolerante con tus compañeros, Cristiano.
  208.  
  209. -Está bien, pero que después no llore por hacer el ridículo frente a todos.
  210.  
  211. -Ahora sí, que pase nuestra última candidata, Coté.
  212.  
  213. No puedo creer que sea Coté la que está en el escenario. Se ve muy hermosa con ese traje de baño con faldita y sí que se ve como alguien de su edad. No como la chabacana de Valentina.
  214.  
  215. -Oye, se ve muy linda.
  216.  
  217. -Con ese traje de baño le pido de inmediato que sea mi polola.
  218.  
  219. -Bien Coté, la pregunta es la…
  220.  
  221. -Yo tengo que hacerle una pregunta. ¿Por qué renunciaste a ser hombre?
  222.  
  223. -Cristiano, qué te dije…
  224.  
  225. -Profesor, no se preocupe, le contestaré. Yo no renuncié a ser quien soy, aunque por fuera sea alguien que no debería ser. Algunos podrán echarme en cara que soy un raro, pero tampoco pretendo ser un luchador de la vida y siempre seguiré siendo la misma Coté que todos conocen.
  226.  
  227. Uno, dos y luego muchos aplausos al unísono. Coté no quería que lo llamáramos valiente por ser distinta, pero el enfrentarse a una pregunta tan dura era digno de alguien con bolas.
  228.  
  229. -Y la puntuación es de… ¡30 puntos! ¡Coté es nuestra ganadora y reina del concurso!
  230.  
  231. -Gracias chicos, me hace muy feliz que me escojan, en especial al jurado… ¿y Cristiano?
  232.  
  233. -Vi cuando te dió 2 puntos y se marchó, pero no sé dónde.
  234.  
  235. -Ignórenlo, de seguro que debe estar llorando porque te hizo ganar…
  236.  
  237. -Cristiano no es así, déjenme ir a buscarlo. ¡Cristiano!
  238.  
  239. Bueno, al menos me dejó contenta que Valentina no ganara y que su ego se elevara hacia las nubes, pero por otro lado me preocupan esos dos. ¿Por qué se fue Cristiano y por qué Coté se preocupa tanto por él si lo odia a muerte?
  240.  
  241. ¿Y estas crisálidas? Es la primera vez que veo tantos capullos tirados en el suelo.
  242.  
  243. -¡Con cuidado, no las vayas a pisar!
  244.  
  245. -¡Lo siento Pancha, yo no… ! Ah, eras tú, Ricardo.
  246.  
  247. -Lamento si te asusté. Es que mi abuelo me decía que era mala suerte pisar un capullo de esas mariposas. Supongo que hay cosas que deben tomar su tiempo para que maduren.
  248.  
  249. -¿A qué vino eso?
  250.  
  251. -… no, no es nada. A veces me gustaría que las cosas en el curso fuesen más normales. Ya sabes, como hace un año atrás.
  252.  
  253. -Entiendo. ¿Adónde vas?
  254.  
  255. -Voy a ir a buscar a Coté y a Cristiano. Me preocupa mucho que no regresen y ya ha pasado una hora.
  256.  
  257. -De seguro que se juntaron a resolver sus problemas. Ya saben, tomados de las manos y besándose fogosamente para luego entregarse apasionadamente y…
  258.  
  259. -Eso nunca va a pasar, Carolina.
  260.  
  261. -Es Caroline.
  262.  
  263. -Da igual. ¡Nos vemos!
  264.  
  265. -En serio, deberías parar con esas fantasías. Por eso mismo Cristiano se pone tan tenso y se descarga con la pobre Coté.
  266.  
  267. -Si supieras las que yo sé, Paz…
  268.  
  269. ¿Y qué puede saber ella que yo no sé? Aunque por otro lado, ¿Ricardo también sabe realmente cómo son ellos dos y no quiere contármelo tampoco?
  270.  
  271. -¡Ahhhh!
  272.  
  273. ¡Es un grito de hombre y viene de los roqueríos! Debe ser de Ricardo o de los otros dos, ojalá no les haya pasado algo malo.
  274.  
  275. -¿Paz, estás bien?
  276.  
  277. -Francia, oí unos gritos cerca de los roqueríos. Lo mejor es que vaya sola…
  278.  
  279. -No, déjame acompañarte. Es lo menos que puedo hacer para ayudarte a resolver el misterio.
  280.  
  281. -¿Entonces supones que el asesino esté involucrado y haya llegado hasta acá?
  282.  
  283. -No lo sé, pero quiero ayudarte.
  284.  
  285. -Está bien y muchas gracias. ¡En marcha!
  286.  
  287. Ojalá no sea tarde y ese cretino no haya matado a uno de mis compañeros… maldita sea, Cristiano está en el suelo inconsciente.
  288.  
  289. -Ricardo, ¿qué pasó?
  290.  
  291. -Coté… acaba de morir.
  292.  
  293. -¡¿Qué dices?!
  294.  
  295. -Acabo de encontrar una de las sandalias de Coté en el piso y cuando me acerqué, encontré a Cristiano botado, además de ver el cuerpo de ella flotando en el mar. Maldita sea, ¿por qué la muerte nos persigue a todas partes?
  296.  
  297. Si el asesino sabe siempre donde y cómo actuamos, debe ser alguien cercano a nosotros. Pero el único que conoce esta playa… ¡es Ricardo! No puede ser, él no es capaz de cometer tal atrocidad. ¿O tal vez sí fue él?
  298.  
  299. (1) Ricardo es inocente
  300. (2) Ricardo es culpable
  301.  
  302.  
  303. CAPÍTULO 21
  304.  
  305. -No puede ser…
  306.  
  307. -Pancha, no veas. A mí también me duele ver a nuestra compañera… así.
  308.  
  309. -Si el Director se entera de esto me despedirá por negligente y terminaré trabajando en el taller de muebles de mi padre. ¿Cómo es que pasó esto?
  310.  
  311. También me gustaría saberlo, pero hasta el momento el único sospechoso es Ricardo. Desde que nos invitó a la playa podría haber tramado todo esto para matar a Coté e incluso, al resto del curso. Pero no quiero sacar conclusiones antes de tiempo.
  312.  
  313. -Déjame ver si lo entiendo. Cuando tú llegaste Cristiano estaba en el suelo inconsciente y encontraste la sandalia de Coté, así que buscaste por todo el roquerío y encontraste el cuerpo de ella. ¿Cierto?
  314.  
  315. -Sí. Conozco este lugar desde que era pequeño y este sector es muy rocoso, por lo que no dudé en revisar allí y entonces me pillé con la horrible sorpresa.
  316.  
  317. -No quiero creer que hayas sido tú el que haya matado a Coté.
  318.  
  319. -¡¿Qué estás diciendo, Valentina?!
  320.  
  321. -Sólo digo que conoces este sitio más que todos nosotros, así que eres el principal sospechoso.
  322.  
  323. -¡Pero si yo no lo hice! ¡Por favor, tienen que creerme! León, eres mi amigo y sabes que no soy capaz de cometer esa atrocidad.
  324.  
  325. -La verdad es que no sé si pueda considerarte mi amigo.
  326.  
  327. -¡¿Qué?!
  328.  
  329. -Te conozco hace menos de un año y siento que no te conozco del todo. Lo siento, pero debo ser honesto y no puedo poner las manos al fuego.
  330.  
  331. -¡León, no puedes hacerme esto! ¡Espera!
  332.  
  333. Maldito León, sabía que traicionaría a su amigo así. Qué vil de su parte.
  334.  
  335. -¿Por qué me hacen esto, chicos?
  336.  
  337. -No seré una gran amiga de Ricardo, pero yo sí pondría las manos al fuego de él, porque creo en su palabra. Y sí, hemos peleado en varias ocasiones, pero no quiere decir que lo odie. No como tú León que te aprovechas de la buena voluntad de la gente y luego las pisoteas como ahora.
  338.  
  339. -¡Insolente, ya verás… !
  340.  
  341. -No es necesario Valentina. Y está bien, porque es su opinión y puede ser igual de válida que la mía, aunque para serte sincero, Paz, he tratado de mostrarme tal cual soy con ustedes. Y si soy una buena persona, pues lo seguiré siendo e incluso mejor.
  342.  
  343. -Ya vámonos, hay mejores cosas que hacer en la playa.
  344.  
  345. -Supongo que no puedo dejar insatisfecha a mi chica. ¡Hasta pronto!
  346.  
  347. -Cuidado, chicos. No quiero más accidentes…
  348.  
  349. -Oye Paz, quería agradecerte por defenderme momentos atrás. Y en verdad lo siento…
  350.  
  351. -No tienes nada que agradecerme, estoy más que segura que no fuiste tú el que asesinó a Coté. Sólo espera y verás cómo llegaremos a la respuesta.
  352.  
  353. ¡Gracias, gracias!
  354.  
  355. Tampoco es que pueda defenderte mucho, porque las pruebas siguen estando en tu contra y posiblemente sí seas el asesino. Pero insisto en que no puedo dar por cerrado que tú lo hiciste, pero no sé cómo.
  356.  
  357. -Ay, mi cabeza me da vueltas.
  358.  
  359. -Por fin reaccionaste, Cristiano. Pensé que estarías igual de grave que Coté…
  360.  
  361. -Coté… ¡no puede ser!
  362.  
  363. -¿Qué pasó?
  364.  
  365. -¡Tú! ¡Tú lo mataste!
  366.  
  367. -¿Qué?
  368.  
  369. -¡Incluso trataste de matarme, pero fue inútil! ¡Todos se van a enterar de tu crimen, incluso Dios!
  370.  
  371. -¡¿Pero qué estás diciendo, Cristiano?!
  372.  
  373. -Estábamos Coté y yo discutiendo cuando de repente llega Ricardo con una piedra y nos ataca. Traté de defender a Coté lo más que podía, pero fue inútil. No podía moverme producto del fuerte golpe que me dio y apenas pude presenciar cómo arrojaba el cuerpo de mi compañera a los roqueríos. Yo pensaba que Ricardo era una persona más noble, pero me está demostrando lo contrario…
  374.  
  375. -¡No es cierto! Profesor, Cristiano está mintiendo con su historia. Yo no sería capaz de matar a nadie, lo juro por Dios.
  376.  
  377. -¡No uses el nombre de Dios en vano! Incluso si no me crees, él mismo vio la maldad que acabas de cometer y no puedes hacer nada para cambiarlo.
  378.  
  379. -Por favor, tienen que creerme.
  380.  
  381. -No lo sé, estoy igual de confundido.
  382.  
  383. Ahora menos puedo defender a Ricardo con lo dicho por Cristiano y más porque es el único testigo de la muerte de Coté. Si esto sigue así, no me quedará otra que asumir que él es el culpable y no sólo de esto. ¿Qué debo hacer?
  384.  
  385. -Francia, ¿qué haces?
  386.  
  387. -Estaba tirando estas crisálidas al mar…
  388.  
  389. -Pero Ricardo dijo que es de mala suerte…
  390.  
  391. -Me da lo mismo, porque no creo en esas cosas. Lo malo es que se pierden de vista rápidamente y se las llevan las olas en dirección a los roqueríos.
  392.  
  393. -¡Eso es!
  394.  
  395. -Ricardo, creo que todas las pruebas están en tu contra. No me queda otra que llamar mañana a la policía y que te entregues voluntariamente. No le diremos nada al resto de tus compañeros…
  396.  
  397. -¡Profesor, este sujeto es demasiado peligroso! ¡Debo ir a la playa para avisarles y que no caigan en ninguna de sus tretas!
  398.  
  399. -Alto ahí, Cristiano. Ya sé quién cometió el asesinato y no fue Ricardo.
  400.  
  401. -Tonterías, creo que mi testimonio basta y sobra. Además, los únicos que estábamos en el lugar éramos nosotros tres.
  402.  
  403. -Yo sí le creo a Cristiano cuando dice que lo golpearon…
  404.  
  405. -Francia.
  406.  
  407. -¿Ves? Hasta ella sabe que él es el culpable…
  408.  
  409. -… pero a diferencia de lo que han dicho, uno fue testigo del asesinato de Coté por parte del otro. Por ende, ¡entre los dos está el culpable!
  410.  
  411. -¡¿Qué?! ¡¿Me estás acusando de un crimen que jamás cometí y más cuando la víctima fui yo?! Esto debe ser una broma…
  412.  
  413. ¿Por qué Francia está inculpando a los dos cuando supuestamente es a Ricardo a quien tiene que defender? No entiendo qué trata de conseguir con todo esto.
  414.  
  415. -Francia, no sigamos perdiendo más tiempo con esto y dejemos que la policía haga su trabajo. Ahí sabremos quién fue el verdadero asesino.
  416.  
  417. “Perder más tiempo” ¡Eso es! Sólo con mi palabra no podía encontrar al culpable, porque no tengo pruebas de peso para liberar de culpa a Ricardo. Gracias Francia por ayudarme.
  418.  
  419. ¿Y ese trozo de tela entre medio de las rocas? Parece que es de un vestido… ¡efectivamente, es el que usaba Coté! Y parece rasgado como con un cuchillo. Además, ¿por qué está justo donde quedó tirado Cristiano? ¡A no ser que… !
  420.  
  421. -¿Saben qué? Ya tuve suficiente con todo esto, me marcho al bus de inmediato...
  422.  
  423. -Creo que Francia está equivocada y ninguno de los dos fue el culpable, porque no hay pruebas que los incriminen. Es más, conozco la forma en que el verdadero asesino tiró el cuerpo a los roqueríos y yo se los demostraré con un pequeño ejercicio.
  424.  
  425. -Paz, por favor. Ya me duele de cabeza con todo esto y no quiero que me despidan…
  426.  
  427. -Descuide, profesor, sólo me tomará unos minutos. Francia, dame el cole de tu pelo.
  428.  
  429. -Está bien.
  430.  
  431. -Bien, ahora necesito un pedazo de tela. Veamos… ¡ey, ahí encontré uno!
  432.  
  433. -No sé qué tratas de hacer con este experimento, pero se ve que es algo tonto.
  434.  
  435. -Estoy casi por terminar, sólo necesito cortar este elástico. ¿Alguien tiene algo para cortarlo?
  436.  
  437. -Yo no.
  438.  
  439. -Tampoco, Paz.
  440.  
  441. -¿Y tú, Cristiano?
  442.  
  443. -Claro que no.
  444.  
  445. -Pero eso que veo en tu bolsillo es una navaja, ¿no?
  446.  
  447. -S-Sí, pero está mala. La traje al paseo pensando que sería útil, pero dudo que llegue a cortar.
  448.  
  449. -Da igual, es sólo para romper este elástico. Vamos, qué te cuesta.
  450.  
  451. -Está bien, pero que conste que te avisé.
  452.  
  453. -Un momento, ¿por qué le diste la navaja con la otra mano cuando se la pudiste dar con la que tienes en el bolsillo?
  454.  
  455. -¡Pero qué estupideces dices, Francia!
  456.  
  457. -¿O no será porque esa mano está manchada de sangre?
  458.  
  459. -¡¿Q-Qué dices, Paz?!
  460.  
  461. -Sabía que ibas a resistirte a pasarme la navaja, porque está con sangre. Pero como te insistí, trataste de limpiarla con tu mano y, al notar que también estaba manchada, trataste de pasármela con la otra. Si Francia no lo hubiese notado, nadie más lo haría
  462.  
  463. -¡Pero eso no prueba nada!
  464.  
  465. -¿Ah no? ¿Y qué me dices de este pedazo del vestido de Coté que encontré cerca de donde estabas botado? Incluso está cortado como si lo hubiesen hecho con una navaja o peor, como si hubiesen atacado a ella y la forcejearon.
  466.  
  467. -¡¿Qué?!
  468.  
  469. -Cuando Ricardo llegó acá no te quedó otra que arrojar el cuerpo muerto de Coté frente a sus ojos y que mágicamente parara en los roqueríos. Hace poco vi que Francia había arrojado unas crisálidas y por las marejadas todas iban a parar hacia los roqueríos, así que lo mismo pasó con su cuerpo.
  470.  
  471. -Ja. No esperaba que llegaras a esa deducción tan rápido. P-Pero se te olvida un detalle: ¡Ricardo me pegó y probablemente tus teorías apunten a él como el asesino y no a mí!
  472.  
  473. -Tienes razón. Él podría asesinarla con tu navaja y guardarla en tu bolsillo para incriminarte. Pero por lo que veo es una navaja para diestros y Ricardo es zurdo. ¡De ningún modo podría guardarla en tu bolsillo y cerrarla de forma manual, porque sólo un diestro puede manejarla bien!
  474.  
  475. -¡¿Qué?!
  476.  
  477. -No hay más vueltas que darle. ¡El asesino de Coté fuiste tú, Cristiano!
  478.  
  479. -¿Pero por qué lo hiciste?
  480.  
  481. -Jajaja. Creo que me pillaron, pero era la única forma de que ese fenómeno dejara de existir. Ustedes no lo entenderían porque…
  482.  
  483. De la nada una fuerza indómita agarraba a Cristiano de la camisa y le borraba esa sonrisa que tenía momentos atrás. Era Ricardo, ahora con más rabia acumulada que otras veces que lo veía furioso.
  484.  
  485. -Deja de tratarlo como un fenómeno, porque tú amabas a Coté. Yo vi cómo trataste de abusar de ella y cuando llegué acá me amenazaste con que arrojarías su cuerpo al mar si contaba lo que había pasado. Te prometí que no lo haría y, de todas formas, la mataste frente a mis propios ojos.
  486.  
  487. -Yo no te pedí que me salvaras, Ricardo…
  488.  
  489. -¡Deja de comportarte como un imbécil! ¡Por tu intolerancia ella falleció!
  490.  
  491. -¿Por qué sigues protegiendo a este imbécil sabiendo lo que hizo? ¿De qué te sirvió encubrirlo cuando en otra situación probablemente serías tú el culpable?
  492.  
  493. -… creo que el imbécil acá soy yo al creer ciegamente en mis compañeros, porque a final de cuentas, ellos son mis amigos de hace muchos años. O eso creía, porque hoy me demostraron lo contrario.
  494.  
  495. Entiendo cómo se siente, porque muchas veces caemos en la ingenuidad de pensar que la gente puede cambiar, pero en el fondo ellos no desean hacerlo. Por lo mismo no creo que sea un imbécil, simplemente es más noble que todos nosotros, pero dueño de un corazón solitario.
  496.  
  497.  
  498. -¿Qué te ocurre, Paz? Llevas casi toda la tarde sentada aquí contemplando el mar.
  499.  
  500. -Sí, pero no te preocupes.
  501.  
  502. -Sé que estas muertes te afectan más que a todos nosotros…
  503.  
  504. -No se trata de eso, Francia. Es sólo que… esta investigación es inútil. Hace poco conversé con Cristiano para preguntarle si él fue el responsable de las muertes de nuestros otros compañeros.
  505.  
  506. -¿Y qué te dijo?
  507.  
  508. -Que no fue él, ni tampoco sabía quién los cometió. Incluso traté de preguntarle más cosas, pero entonces llegó la policía y se lo llevó.
  509.  
  510. -Entiendo.
  511.  
  512. -Siento que volví al punto de inicio con todo esto, como si fuese un capricho de un guionista para que no resuelva este caso.
  513.  
  514. -Tranquila, Paz. Yo sé que pronto lo encontraremos y todo se solucionará.
  515.  
  516. -¿Lo dices en serio?
  517.  
  518. -¡Pues claro que sí! ¡Trabajemos duro para que eso sea posible!
  519.  
  520. -Sí.
  521.  
  522. Por dentro podía estar destrozada y sin ganas de nada, pero Francia de algún modo me devuelve las energías perdidas y eso me deja un poco más tranquila. No sé por qué, pero a veces recuerdo que le decía a Anita que sería su príncipe y que la protegería ante cualquier cosa, pero me di cuenta que sólo soy una princesa que juega a hacerse la valiente y que en el fondo soy una cobarde que no puede proteger a nadie.
  523.  
  524. -Por cierto, mira lo que te hice.
  525.  
  526. -Qué hermoso, gracias Francia.
  527.  
  528. -Mientras buscaba conchas en la playa encontré estas y las guardé para hacerte un collar.
  529.  
  530. -Vaya, no sabía que eras buena en la bisutería.
  531.  
  532. -Cuando niña mi mamá me enseñó a hacer collares. Pero es la primera vez que le regalo uno a alguien, porque siento que los que hacía no eran muy bonitos.
  533.  
  534. -¡No, no, el tuyo está perfecto! ¡De hecho me gusta!
  535.  
  536. -Gracias.
  537.  
  538. Me encanta que Francia se abra conmigo de esa forma, porque a pesar de mostrarse fría y dura con el resto de nuestros compañeros, en el fondo es una buena chica. Ojalá que algún día ellos puedan ver esta faceta y no la miren en menos.
  539.  
  540. -Por cierto.
  541.  
  542. -¿Sí, Paz?
  543.  
  544. -¿Tiene algún significado especial estas conchas?
  545.  
  546. -Lo siento, no lo puedo decir.
  547.  
  548. -Vamos, dímelo.
  549.  
  550. -Es un pequeño se-cre-to, jeje.
  551.  
  552. Incluso cuando la noche se ponía más fría no llegaba a sentirlo con Francia a mi lado. Creo que es la primera vez que la tengo apoyada en mi hombro y se siente todo tan mágico que no desearía que terminara. Ella sí que sabe cómo complacer a la princesa que llevo dentro.
Advertisement
Add Comment
Please, Sign In to add comment
Advertisement