El ayuntamiento de Barcelona permitirá sacrificar un guiri diario en la Barceloneta en un ritual de expiación

Los vecinos de la Barceloneta ya tienen lo que querían. Hace unos días salían a las calles para denunciar el incivismo de los turistas, pero su mirada traslucía una sed de sangre que ahora será apaciguada. "El ayuntamiento de Barcelona", anunciaba hoy Mercè Homs, "autoriza un sacrificio expiatorio diario. El turista escogido deberá haber destacado por su comportamiento insoportable y podrá ser quemado en una hoguera en una plaza pública supervisada por agentes municipales para que no haya heridos. Se recomienda que cuando el guiri sea lanzado a la hoguera aunque tenga un alto nivel etílico para que los chasquidos y las llamaradas harán joya pequeños y grandes ".

Esta mañana se respira alegría en las calles de la Barceloneta, donde los vecinos se organizan en somatenes en los que no faltan voluntarios bramando "muerte! Muerte! Muerte! ". "De momento sin embargo, es necesario fijar los criterios para que los sacrificios expiatorios no se nos desmadra", afirmaba Josep Llovet de la AAVV de la Barceloneta, "por muy divertidos que sean, esto debe hacerse bien". En la Asociación de Vecinos se muestran muy satisfechos con el consistorio para que les permita "pasar cuentas con la chusma", pero hacerlo de una manera legal, porque "no somos salvajes y queremos hacer las cosas bien hechas", según Llovet .

El ayuntamiento, de momento, no contempla que los sacrificios expiatorios de guiris se extiendan al resto de la ciudad pero "observaremos detenidamente la prueba piloto de la Barceloneta", decía Mercè Homs. El gobierno de la ciudad cree que la desaparición de un guiri diario será imperceptible para el negocio turístico y que calmará la pulsión de muerte de los barceloneses indignados. Según el historiador Jaume Sobrequés "los vecinos de Barcelona tienen un deseo sangriento latente que debe reventar por algún lado. Los sacrificios expiatorios evitarán estallidos de violencia ".