<center><br><br><br> <table width="480"><tbody><tr><td width="240"><div style="font-family:Verdana;font-size:12px;text-align:justify;width:235px"><center><span style="color:#FF0000;font-family:'palatino linotype';font-size:40px;letter-spacing:-3px;line-height:10px;">louis chevalier<br></span><div style="margin:0px;padding:0px;color:rgb(0,0,0);text-align:center;font-family:'small fonts';font-size:7px;line-height:17px;text-transform:uppercase;letter-spacing:1px;">vinte e cinco anos • APA • agente da shield</div><span style="color:rgb(102,102,102);font-family:georgia;">condição sobre-humana, nível sete</span><br><span style="color:rgb(102,102,102);font-family:georgia;">regeneração, nível quatro</span><br></center></div></td><td align="right" width="240"><center><IMG SRC="http://38.media.tumblr.com/e2d3cf24ded6b919968e0a994f197828/tumblr_niz3kjejMH1t1rvzco9_r1_500.gif" width="250px" style="BORDER:3px solid #FF0000"></div></td></tr></tbody></table></center><br><center><div style="width:650px;"><div align="justify"><font face="tahoma">ㅤㅤㅤㅤㅤUna lágrima viajaba por su rostro, tímida, como si no quisiera caer nunca. Dejaba a su paso su huella húmeda, enmarcada por los aterciopelados y casi imperceptibles bellos de su mejilla, subidas de tono seguramente por las ganas de contener su sentir. Su mirada de medio telón de bambalina oscura detenía el desbordamiento que anunciaba esa peregrina lágrima, que no rodaba, si no que, parecía que se untaba, que deseaba desaparecer, gastada, siendo absorbida por la piel. El suave toque del índice retraído con el último vestigio mojado de su barbilla la hizo voltear automáticamente , sin resistencia, con el ritmo pacifico de una montaña al partirse en dos, antes de detener el movimiento hipnótico casi desahuciado del cuello, dos mares profundos y negros se dejaron ver con un brillo deslumbrante al levantar los parpados; las largas pestañas agitaron el viento que se sintió como un huracán, pero en realidad ese sentimiento de catástrofe provenía de su mirada de miedo sincero. No cabían las palabras, los ojos expresaban todo, decían más de lo que una voz pudiera pronunciar. El reflejo en los espejos oculares pareció eterno, pero la amarga sensación de saber que ese momento desaparecería poco a poco para jamás volver destruía la inmortalidad que alguna vez de juraron con tanta naturalidad. Él ya no podía negar sus ganas de besarla por última vez como si fuera la primera, el primer beso, la primera mujer, la primera sonrisa avergonzada inocentemente; el viaje determinante se topó con el desvió de su objetivo haciendo que sus labios abiertos sintieran la brisa de su aliento y se deslizara por media boca y la salada mejilla, saboreo esa lágrima que lo condenaba al adiós permanente, esa lagrima que venía del alma adolorida y que el ambiente la contamino de traición. Ya no pudo sentir su piel; firmemente le ataban las manos a la espalda. Ya no pudo ver sus ojos; una pañoleta negra le cubría los suyos. Ya no escucho su voz; todo se ahogo en la orden del capitán de llevarlo afuera. Ella no pudo aguantar el acoso, la tortura mental de quienes lo buscaban, ellos distorsionaron el recuerdo, lo convirtieron en otra persona, estúpidamente creyó que lo salvarían de su locura, que despertaría de la pesadilla que es luchar en contra de un mundo descompuesto irremediablemente, pensó que tiempo en la cárcel y muestras de cordura aceptada, los haría estar juntos otra vez, no solo las cartas enviadas clandestinamente desde la sierra más hostil; era inútil, todo se despedazo al grito de ¡Preparen¡ !Apunten¡ y el estruendo que desbordaría los mares.<br><br><br></font></div></div></center>