Han pasado varias horas desde el comienzo de la batalla de Galidraan. Aunque actualmente aún quedan focos de resistencia terrestre a lo largo del planeta, lo mas peligroso de la rebelión ya ha sido neutralizado. Por otra parte la flota enemiga ha sido obliterada gracias en parte a tu gran trabajo en los primeros compases de la contienda.

Sabes que el Gran Almirante no planea quedarse demasiado tiempo en el planeta. En unos días marcharéis a un nuevo rumbo. Eso es lo que Thrawn ha dejado decidido en la última reunión de oficiales que se ha celebrado. Una vez destruido el núcleo duro de la rebelión, será misión de un nuevo gobernador militar asegurar la estabilidad en el planeta. El anterior gobernador planetario ha sido llamado a Coruscant debido a su mala gestión ocurrida en su planeta.

Un refuerzo de tropas imperiales se quedará una temporada en el planeta como medida de contención de cualquier tipo de actividad rebelde.

Has recibido una invitación del Gran Almirante de ir al puente de mando del Quimera y hacia allí te estás dirigiendo ahora mismo. Atravesando los pasillos de la nave insignia de la Séptima Flota. Sabes que has hecho un buen trabajo y aunque no necesitabas una confirmación para saberlo, el mensaje que llegó a tu nave procedente del Gran Almirante horas atrás lo confirmaba.

Hay algo del plan del Gran Almirante que te ha llamado la atención. Ha dejado una abertura discreta en el bloqueo planetario justo en el punto donde tuviste la batalla con la flota rebelde. De hecho, te consta que alguna nave rebelde a logrado atravesar el bloqueo por ese punto antes de que se cerrara con una nave menos dañada que el Impávido.

Te escoltan un grupo de Storm Troopers junto con un oficial y una unidad droide imperial.