Un día frío y nublado transcurría a lo largo de todo el día en una ciudad siempre viva pero no muy ruidosa, lo justo, hacía poco que había pasado una fuerte lluvia la cual había dejado todo frío y encharcado, con un suave olor a lluvia. Con el cielo tapado por las nubes que se van hacía la lejanía, cubre una calle húmeda y poco alumbrada, todo está quieto y en silencio excepto el ruido lejano de algunos coches pasando y el agua que tiran estos. Doblando la esquina tenemos una avenida ligeramente inclinada con árboles viejos y retorcidos  a cada lado, cubriéndola toda, igual de sola y callada que la anterior calle, un grupo de 5 chavales está paseando tranquilamente mientras hablan entre ellos. Unos hablan sobre anime y películas, otros sobre que van a hacer ese fin de semana.

Hablando prácticamente no notan el sentido del tiempo y simplemente van andando, cuando de repente se percatan de que han llegado a un cruce, a un cruce que no conocían. Ante esto hubo unos segundos de conmoción silenciosa la cual no duró mucho siendo cortada por preguntas entre ellos. Claro está que aquellos cuyas familias han vivido menos por la zona preguntan a los que sí, encontrando una expresión estupefacta en ellos. No sabían donde se encontraban, después de una tanda de preguntas con respuestas negativas hubo otros segundos de silencio, los cuales empezaron a asustar al resto.

Conmocionados no por estar perdidos si no por la imposibilidad de la situación, habían andado pero no tanto. Con la incertidumbre creciendo, empezaron a discutir sobre cuál podría ser el camino de vuelta, el cual claramente nadie encontró. Tras otro rato pensando que hacer viendo que ninguno de sus teléfonos tenía cobertura, ante el silencio de la duda en cuestión de unos segundos a todos les dio una sensación de impresión y angustia, la cual le siguió un mareo y una sacudida a la par, todos hacen una mueca de dolor, un par se tambalean. Cada uno aprecia que los demás les está pasando lo mismo. Tras un momento de aturdimiento este disminuye y empiezan a ver como el cruce se empieza a deformar, cada calle de este se estiraba, retorcía y elevaba sobre el horizonte, creando un horizonte que se tambaleaba. Se cruzaron unas miradas de asombro y temor.

El cruce desconocido en el que estaban se había convertido en un lugar insólito y callado pero asombroso. El malestar grupal había vuelto más fuerte y entonces uno de ellos que puede levantar la cabeza pese a las sensaciones, grita a los demás sobre las cuatro calles que los rodeaban, cada una de las calles y alrededores de esta estaban siendo inundadas por una niebla negra y densa la cual estaba avanzando lentamente en la lejanía hacia ellos.
Cuando todos ven esta niebla les dejaba de importar el malestar y pasaron a un estado de shock, el cual se rompió cuando uno de ellos se intentó girarse al resto gesticulando e intentado gritar, el cual aún cuando todo era de locos tras intentar gritarle al resto no era posible, por mucho que intentara comunicarse con ellos no podía, no salía sonido de sus bocas. Uno de ellos agitado, intentaba encontrar alguna salida pero las 4 eran paredes de niebla. Ante esto la niebla reaccionó, esta niebla densa, que parecía que palpitaba como si estuviera llena de rabia. Esta pared voluptuosa empezó a acelerarse hacia ellos, los cuales estaban impotentes en el centro del cruce. Acercándose a una alta velocidad mientras ellos solo pueden mirar. Cuando parece que esta niebla los iba a tragar se para lentamente a escasos metros del grupo. Ahora mismo su alrededor es una cápsula de niebla densa de la que a través no se puede ver nada y encima de sus cabezas ven como la niebla los está envolviendo, haciendo que solo un poco de la luz de la luna y las farolas traspase este humo negro. La niebla se va volviendo más densa y progresivamente esta niebla va devorando e impidiendo la luz de fuera, haciendo que lentamente las oscuridad los envuelva. Poco a poco luz empieza a desaparecer hasta crear un escenario absolutamente negro. Lo único que pueden hacer ellos es tocarse para comprobar que están a su lado. No pasa dos segundos de que la niebla los haya devorado que suena un par de campanas agudas que son tocadas en la distancia, seguida de estas suena una campana grave cerca suya y todo el grupo cae a plomo inconsciente.