My Surrender

Me destroza escribir esto, pero lo siento necesario. Es para ti. Leélo hasta el final pues sabes que las letras me cambian hacia mi verdad.
Y mi verdad es me gustas un chingo y no entiendo muy bien porqué.
Cada vez que te veo, mi corazón da pequeños saltos de felicidad y olvido como hablar y cómo es que normalmente soy, y queriendo volver la mejor versión de mí, me convierto en lo peor.
Me gusta cómo eres, me gusta tu sonrisa,me gusta cuando ries e incluso cuando te enojas, me gustan tus ideas y motivaciones, me pareces bonita y graciosa, y tienes ese algo que me mueve y me inspira demás porque me gustas tú, y tal vez no seas la chica perfecta, pero te quiero, tal vez porque tienes algo que siempre busqué o tal vez porque simplemente me encantas.
La primera vez que te vi, no me pareciste gran cosa, pero poco a poco, surgieron sentimientos por ti que cuando descubrí, me explotaron en la cara.
Me gusta escuchar todo lo que tienes que decir y conversar contigo de mil y un temas así durase todo el tiempo que le quede al universo.
Ahora siento una remezcla de sentimientos por ti que no entiendo y que no puedo controlar, que van desde la felicidad tonta hasta un dolor estúpido que surge y aflige mi alma y que no tiene sentido y que no entiendo.
Me siento un estúpido por no poder controlar lo que siento, y por no haberlo dicho cuando debí, sé que no te gusto o no al menos de la manera en que yo quisiera, pero me gustaría ser algo más que solo tu amigo, porque a pesar de que siempre he sentido algo de filofobia y misantropia, se me olvidan por completo cuando estoy contigo, y si te digo la verdad, no lo siento correcto, porque aún no estamos en la universidad y me parece estúpido el cliché del «te esperaré» porque la verdad, me gustaría crecer junto a ti, como persona y como aquel en quien puedes confiar, y, no lo sé, me gustaría conocerte más y volver a ser solo amigos, porque de saber que yo fuera diferente, si yo fuera valiente o intrépido, o si supiera yo que al menos tuviera una oportunidad, entonces sí te pediría andar conmigo. Pero sé que no es así. Así que respetando tu voluntad y agradeciendo al universo y a la vida por habernos presentado. Olvidemos lo que pasó y disfrutemos el poco tiempo que nos queda juntos como amigos. Te pediré que me llames por mi nombre a partir de ahora. No te preocupes, no volveré a tocar más el tema, ni me volveré un pesado o un sadboy por ello, pero ten siempre en cuenta que si necesitas a alguien, aunque yo esté hasta abajo en tu lista, ahí seguiré querida amiga, como un guerrero que te pueda defender y alguien con quien puedas conversar. Nos veremos cuando nos tengamos que volver a ver. Con todo mi corazón, aunque destrozado, y toda mi alma, aunque dolida, se despide este humilde caballero.